Lanzar un producto al mercado puede parecer algo complicado por lo que recurrir a patrocinios es una estrategia que cualquier emprendedor primerizo puede utilizar a su favor con el fin de lograr que el producto llegue a venderse, distribuirse o inclusive hacerse una realidad.
Un caso de esto es el libro “Jotos y Reinas”, el cual promete ser un libro en el cual se explica qué es el “drag” desde todas sus perspectivas, en cuatro capítulos ilustrados por una colección de fotografías que “captaron la esencia” de las más de 50 Dragas de todo el país que apoyaron a la redacción del libro. Además, también incluirá un glosario con más de 200 palabras que la comunidad LGBTQ+ emplea.
“Jotos y Reinas pretende ser una celebración al drag mexicano como una forma de arte y una exploración emocionante de lo que ese modo de expresión artística significa para cada una de estas estrafalarias estrellas”, se lee desde la petición en Kickstarter del influencer Adrián Andrés, quien perfila como el autor del libro.
“Fracaso” del patrocinio
Aún es muy pronto para hablar de un fracaso sobre la petición que hace el influencer y sus colaboradores, donde solicitan donativos y patrocinios por medio de Kickstarter con la intención de hacer del libro una realidad impresa y para lo cual se planea juntar 212 mil pesos mexicanos, con fecha del 17 de julio como límite.
No obstante, hasta el día de hoy solo se han juntado 10 mil 563 pesos de 17 patrocinadores; no obstante, algunas marcas o empresas podrían querer sumarse a su causa, sobretodo en medio del mes del Orgullo LGBTQ+, pero el equipo tras el libro podría estar cometiendo un terrible error que los aleja de su meta: las políticas del patrocinio.
El error de los emprendedores
Las políticas del patrocinio podrían ser la causa de que las marcas no se hayan sumado al lanzamiento del libro gráfico, pues son un claro error en términos de trato y garantías al cliente, ya que cualquier empresa que busque promocionar un producto comercial, va a considerar los beneficios de ser partícipe de ello, además de la buena reputación.
De acuerdo con la petición de Adrián Andrés, para que una marca o empresa le entre al apoyo de la creación del libro se necesita de una inversión mínima de 29 mil 999 pesos mexicanos y aceptar a cambio lo siguiente:
- Fotografía de una Draga con tu producto dentro del libro
- Mención en los créditos del libro
- Mención en los medios durante la presentación del libro
- Presencia en la presentación oficial
No obstante, la creación de la fotografía será bajo las condiciones y dirección completamente del influencer, así como la decisión de en qué página se encontrará ésta dentro del libro, pues esto irá a acorde al diseño y arte de éste. De igual manera, la presencia que tendrán las marca o producto el día del evento deberá ser autorizada por Adrián Andrés.
Lo anterior, disminuye exponencialmente el interés de alguna marca por generar un patrocinio, ya que no se exponen los beneficios de participar en el proyecto por pagarle dinero a los creadores y los términos del trato parecen ser muy limitados para que las empresas apuesten por un producto nuevo que tal vez no podría recibir el éxito esperado.
La clave para los patrocinios
Cuando una marca busca llegar a un gran número de consumidores hace uso del marketing de patrocinios, el cual se basa en un acuerdo entre una empresa con una persona o entidad para promover a la empresa que va a ser quien patrocine por medio de un acuerdo económico-financiero.
Para que esto se convierta en una realidad, las marcas buscan apoyar un producto, celebridad o servicio que proyecte el valor que la marca quiere transmitir, así como un espacio en el que exista correspondencia entre el perfil de la audiencia y el mercado objetivo de la empresa, ya que el público debe reconocer, con facilidad, el vínculo entre la persona o grupo patrocinado, la actividad y la empresa.
No obstante, al ser un acuerdo con beneficios para ambas partes, es normal que las empresas busquen sacar el mayor beneficio a su inversión, por lo que las limitaciones marcadas por el equipo de “Jotos y Reinas” podrían ser las peores enemigas del trabajo gráfico.
Asimismo, la participación del público objetivo es mínima, pues tan solo dentro de la iniciativa solo 17 personas muestran interés en adquirir el libro, lo que no ayuda a demostrar el interés de los consumidores en el producto y refleja el riesgo de una inversión perdida ante el bajo alcance que presenta el producto.
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