- La petición surge a partir de cuatro legisladores estadounidenses.
- Las gigantes de las redes sociales tendrán que dar cuenta sobre su posible impacto negativo en la mente de los infantes.
- Aunque Facebook puede haberlo hecho, Twitter ha reconocido que no tiene investigaciones al respecto.
Las empresas más importantes en cuanto a redes sociales se refiere están en un nuevo problema. Durante una conferencia llevada a cabo recientemente, se les cuestionó a cada uno de los representantes de Facebook y Twitter acerca de la existencia de estudios que hablen del impacto que tienen cada red en la mente de los niños. Las respuestas evidenciaron la problemática que puede traer para cada una de ellas.
Y es que con más de 2,700 millones de usuarios activos mensuales a partir del segundo trimestre de 2020, Facebook es la red social más grande del mundo. En el tercer trimestre de 2012, el número de usuarios activos de Facebook superó los mil millones, lo que la convierte en la primera red social en hacerlo. Los usuarios activos son aquellos que han iniciado sesión en Facebook durante los últimos 30 días. Durante el último trimestre informado, la compañía declaró que 3.14 mil millones de personas usaban al menos uno de los productos principales de la compañía (Facebook, WhatsApp, Instagram o Messenger) cada mes.
En tanto Twitter no se queda atrás, la red de microblogging, se ubica actualmente como una de las redes sociales líderes en todo el mundo con base a usuarios activos. A partir del cuarto trimestre de 2020, Twitter tenía 192 millones de usuarios activos diarios monetizables (mDAU) en todo el mundo. Los usuarios registrados pueden leer y publicar tweets, así como seguir a otros usuarios a través del feed de actualización. En marzo de 2021, el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, era la celebridad más seguida en Twitter con casi 130 millones de seguidores.
Twitter y Facebook, en el escrutinio
Cuatro legisladores republicanos de Estados Unidos solicitaron este martes a Facebook, Twitter y Google entregar cualquier estudio que hayan realizado sobre cómo sus servicios afectan a la salud mental de los niños.
La solicitud se conoce después de una audiencia conjunta la semana pasada de dos subcomités de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes en la que los principales ejecutivos de las empresas discutieron sus prácticas de moderación de contenidos a raíz del asedio al Capitolio en enero.
La representante Cathy McMorris Rodgers, la republicana de mayor rango del comité, había preguntado en la audiencia a los presidentes ejecutivos de las empresas si sus firmas habían realizado investigaciones internas sobre la salud mental de los niños.
Mark Zuckerberg, de Facebook, dijo que creía que la compañía lo había hecho, mientras que Jack Dorsey, de Twitter, dijo que no lo creía. Sundar Pichai, de Google, dijo que la compañía consultó con expertos externos e invirtió “mucho tiempo y esfuerzo en estas áreas”.
En las cartas enviadas a las empresas este martes, McMorris Rodgers pidió copias de cualquier investigación o comunicación interna relevante, así como información sobre cualquier contratista y socio involucrado.
Además, los legisladores solicitaron cualquier investigación que las empresas hayan realizado sobre cómo los productos de la competencia afectan al bienestar mental de los menores de 18 años.
Las solicitudes también se refieren al servicio YouTube Kids de Google y a Instagram de Facebook, que está desarrollando una versión para menores de 13 años.
Los otros legisladores que firmaron la carta eran republicanos de alto rango en varias subcomisiones, como Robert Latta, Gus Bilirakis y Morgan Griffith. La carta pide que las empresas respondan antes del 16 de abril.
Y aunque no es la primera vez que las empresas de redes sociales se encuentran en “el ojo del huracán”, esta vez tendrán que pensar exactamente en la estrategia que seguirán en adelante, puesto que ambas recomiendan el uso de sus productos para mayores de edad, sin embargo, el uso de estos servicios por menores de entre 13 y 18 años está generalizado por lo que la marca, de no querer perder reputación deberá establecer las reglas del juego que le permitan seguir vigente, gozar e popularidad y al mismo tiempo cumplir con lo que se le solicita.
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