Ford dio a conocer que durante el cuarto trimestre del año superó las expectativas de analistas e inversionistas al alcanzar niveles récord en ganancias, impulsadas por el abaratamiento de los combustibles en Estados Unidos gracias al desplome de los precios petroleros. 

La noticia fue interpretada como un logro de la emblemática automotriz estadounidense que estuvo al borde de la bancarrota durante la crisis financiera de 2009.

Las ganancias de Ford estuvieron apuntaladas por una mayor demanda de vehículos grandes (camionetas y utilitarios), generada por niveles históricamente bajos en el precio de la gasolina en el país vecino. La compañía vendió 6.6 millones de automóviles, equivalentes a un margen de ganancias del 6.8 por ciento, cifras no vistas desde la década de los 90.

Sin embargo, Ford advirtió que sus ganancias en 2016 podrían no igualar los niveles alcanzados en 2015, que crecieron un 10.2 por ciento, y ese mensaje hizo caer sus acciones en la bolsa hasta un 6 por ciento para una pérdida total, de acuerdo con el Financial Times, de 16 por ciento en el año.

En general, la industria automotriz estadounidense, uno de los sectores insignia del país, tuvo un excelente año en términos de ventas durante 2015, alcanzando la cifra histórica de 17.5 millones de unidades, impulsada también por los bajos precios de los combustibles.

La japonesa Toyota, tercera mayor fabricante en Estados Unidos, reportó un aumento en sus ventas del 10.8 por ciento durante diciembre, mientras que General Motors tuvo un crecimiento del 5.7 por ciento, y las de Fiat Chrysler se incrementaron un 13 por ciento en el mismo periodo, todas estas cifras estuvieron apoyadas en la mayor demanda de camiones ligeros y camionetas.