Un fallo en los Países Bajos puede marcar un punto de inflexión en la intención mundial de evitar el avance del cambio climático. Shell, Exxon, Chevron y las grandes petroleras estatales (Pemex, Petrobras, YPF) deberían estar preocuadas.
Así de importante es la decisión de un tribunal holandés que le ordenó a Royal Dutch Shell reducir sus emisiones de gas a la atmósfera con más vigor y más aceleradamente de lo que lo había previsto.
De esta forma, la justicia holandesa le asestó un duro golpe al gigante petrolero y, por elevación, a toda la industria del petróleo, que esperaba tener mucho más tiempo para avanzar en el camino de la “descontaminación” de sus procesos.
Shell, que apelará el fallo, se había comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 por ciento en 10 años y bajarlos a “cero” en 2050.
Esto es algo que el tribunal de La Haya consideró que no es suficiente y le ordenó al gigante de la industria de los combustibles fósiles a reducir las emisiones en un 45 por ciento antes de 2030.
Qué pasará con las acciones de Shell
El fallo es aplicable a todo el grupo Shell, que tiene sus sedes centrales en La Haya y en Londres.
Las acciones de Shell amanecieron con bajas debido a que esto genera interrogantes respecto de si la compañía podrá cumplir con su plan de inversiones a corto y mediano plazo.
La decisión obligará a la empresa a redireccionar sus activos hacia una política más radical en el avance del cuidado del medioambiente y a acelerar las decisiones de desinversión en activos contaminantes.
Un triunfo
Para los ambientalistas, fue un gran triunfo el que se ha logrado en Europa este miércoles 26 de mayo. Realmente se trata de un duro golpe para los mayores emisores de carbono en todas partes, no solo en la industria del petróleo.
La decisión puede trasladarse a otras empresas que basan sus modelos de negocio en emisiones contaminantes.
Shell no es un jugador común en el universo de las emisiones, se calcula que en 2019 esta compañía expulsó un total de 1,6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente. Esto es, aproximadamente, lo mismo que Rusia, el cuarto mayor contaminador del mundo.
Si bien numerosos países, incluidos los Países Bajos, se adhirieron al Acuerdo de París sobre cambio climático, compañías como Shell quedaron afuera ,y hasta la fecha, no se han alineado con los compromisos de cada país.
En el fallo de este miércoles, el juzgado aclara sobre esto y dice que más allá de lo que hacen los estados, las empresas tienen una responsabilidad independiente.
“Incluso si los estados no se deciden a hacer nada o si hicieran muy poco, las compañías tienen una gran responsabilidad y es respetar los derechos humanos”, detalla el texto argumentando la decisión sobre Shell.
Accionistas activistas en Exxon
Al mismo tiempo que de un lado del Atlántico se decidía eso sobre Shell, en los Estados Unidos, una junta de accionistas puede marcar un antes y un después en la historia contaminante de Exxon.
Así es, dos “accionistas activistas” (pro medioambiente) consiguieron un logro clave en Exxon Mobil Corp: obtuvieron dos asientos en el directorio del gigante petrolero.
Mientras tanto, inversionistas de Chevron Corp votaron a favor de una propuesta para reducir las emisiones de los clientes de la empresa.