Es indiscutible que The Walt Disney Company es una de las compañías más grandes en la industria del entretenimiento a nivel global, además de sus parques temáticos y canales de televisión, es dueña de grandes franquicias de cine; Star Wars y Marvel Studios, algunas de ellas. Pero, pese a ello no siempre cumple expectativas.
Así sucede este martes cuando la firma de Burbank, California que caía cerca de 2 por ciento en los mercados after hours tras dar a conocer sus resultados financieros correspondientes a su tercer trimestre del año fiscal.
Esto debido a que pese que Disney reportó ingresos 15 mil 230 millones de dólares, no cumplió las expectativas de los analistas, quienes esperaban cerca de 15 mil 340 millones.
Las razones de los números de la casa de Mickey Mouse es debido a que aunque sus parques de diversiones reportaron un crecimiento en ingresos en un 6 por ciento (5 mil 200 mdd), su división de productos de consumo -encargada del licensing y merchandising- y la de medios interactivos registraron una caída de 8 por ciento (mil mdd).
En tanto, los ingresos por su negocio de canales de cable (ESPN, Disney Channel, ABC) aumentaron un 2.5 por ciento a 4 mil 190 millones de dólares, pero tampoco cumplieron las expectativas de los analistas.
Todo en conjunto tuvo un impacto significativo, sobre todo si se considera que aunque su división de entretenimiento creció 20 por ciento, la mayor parte producto de los ingresos en taquilla de Avengers: Infinity War y Black Panther (ambas de Marvel Studios), así como de Incredibles 2 (de Pixar), al final, en la suma de todo, los números no alcanzaron lo esperado.
Pese a los resultados y aunque la compañía dirigida por Bob Iger señala que están satisfechos con los resultados, en la Bolsa de Nueva York se resintió el hecho que no cumplieran las expectativas, impactando en el valor de sus acciones.
No obstante, el hecho de que se vaya a consolidar la adquisición de la división de entretenimiento de 21st Century Fox, sumando franquicias como Deadpool, X-Men, o Fantastic Four, y con ello un potencial enorme en cuestiones de negocio y mercadotecnia, es probable que regresen la confianza de los inversionistas.
El problema de Disney no son sus parques o la producción de películas, sino los medios y principalmente lo que están ganando servicios como Netflix y Amazon Prime Video. Si bien está por lanzar su propia plataforma de streaming, aún tendrá que esperar al próximo año, esto sin perder de vista que tardará algunos meses en reflejarse en su negocio.