Dejemos de decir que la publicidad cambió, eso ya es pasado. Hoy más que nunca vivimos una época de grandes desafíos y de enormes retos. ¡Más que nunca!
Enfrentemos el futuro porque cada día la competencia en la industria es más feroz e implacable. Porque un pensamiento independiente, más que un modelo de negocio, es una postura. Porque ya no se trata sólo de agencias de red o boutiques creativas, sino de consultoras, de medios haciendo creatividad, de agencias in-house y hasta de productoras compitiendo por las marcas. Cada vez somos más actores compitiendo en una misma industria publicitaria, cada vez hay menos proyectos y menos igualas.
El futuro y la respuesta se encuentran en hacer crecer el pastel, pero sobre todo, se encuentran en las personas. En la búsqueda y el hallazgo de nuevos talentos multidisciplinarios. Personas que sean capaces de adaptarse constantemente y de la manera más rápida, a las necesidades de las marcas. Una nueva generación de narradores de historias para desarrollar experiencias narrativas verdaderamente inmersivas. Hoy no basta con crear anuncios para vender productos; es obligación de las compañías creativas, libres, livianas y frescas, pensar en ideas para cambiar e inspirar la vida de las personas. Crear productos que resuenen en la vida cultural y comercial de la gente, en tiempo real.
La independencia y autonomía de pensamiento serán más valiosas que nunca. Y bajo un contexto así, la independencia sabrá muy bien: porque no habrá que reportar un número a Nueva York, porque no dependerás de un headcount o de un board mundial para hacer ideas que te enchinen la piel, porque no existirán limites financieros, límites que existen cada día más, en el mundo de la publicidad.
Un proceso que apueste por crear contenido y experiencia de usuario al mismo tiempo. Abrir el desarrollo creativo a un proceso colaborativo entre diferentes perfiles creativos y no solo publicitarios. Una nueva era en donde los que piensan, los que escriben, los que diseñan, sean los que están dictando lo que se hace, porque son los verdaderos hombres de negocios.
Aun así, con toda esta revolución en medios y comportamientos, el secreto será el back to basics. El futuro está en el pasado: las ideas por sobre todas las cosas.