La creencia popular es que existen quienes nacen carismáticos y quienes no cuentan con esa cualidad, sin embargo la autora del libro “The Charisma Myth”, Olivia Fox Cobane, asegura que el carisma es simplemente el resultado de comportamientos aprendidos, por lo que se puede trabajar en él… y sino, basta con fijarse en las primeras presentaciones de Steve Jobs, a quien suele poner de ejemplo de esta evolución.
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Como ser carismático, influye en el éxito del trato con los demás y por supuesto a la hora de obtener un mejor trabajo, ser promovido o ganar cuentas y negociaciones, vale la pena seguir estas tres recomendaciones basadas en estudios científicos que te convertirán en una persona más carismática, según Fox Cobane:
Las personas carismáticas expresan sus sentimientos
Los individuos carismáticos expresan de forma espontanea y genuina sus emociones, lo que según la psicología, permite afectar el humor y la emoción de los otros. Se le conoce como “contagio de emociones” o en otras palabras, la tendencia a imitar y sincronizar automáticamente las expresiones, vocalizaciones, posturas y movimientos con otra persona, lo que en consecuencia deriva en la convergencia emocional.
Es decir, al expresar las emociones de forma notoria, se logra ‘transferir’ dicho estado a quienes están escuchando o con quien se está interactuando, debido al efecto de ‘contagio’.
Las personas carismáticas utilizan palabras con las que los demás se pueden relacionar
Según el libro psicólogo Dean Keith Simonton, de la Universidad de California, un elemento que separa a los presidentes estadounidenses de aquellos que pasan sin pena ni gloria, es el lenguaje que utilizan para conectar con la gente. Se trata de conectar con las emociones a través de las palabras.
La gente no suele tener asociaciones emocionales fuertes con palabras abstractas como inferencia, concepto o lógica, pero un discurso en el que se mencionen palabras referidas a emociones, como por ejemplo “entiendo que estés triste” logra una conexión emocional visceral que supera al cerebro.
Las personas carismáticas hacen de ‘espejo’ del otro
Los psicólogos han encontrado que cuando dos personas están solas interactuado, sus cuerpos comienzan a imitar los movimientos del otro como señal de confianza y seguridad. Poe ejemplo, tu cita cruza la pierna, tu lo haces también, tu bebes agua, tu cita repite la acción.
Y esto es algo que puedes usar de forma estratégica, como señala un estudio de negociaciones elaborado en la Universidad de Columbia en 2007 por el equipo encabezado por el psicólogo Adam Galinsky, cuando se pedía a una de las partes que imitara los movimientos del la otra parte negociadora, se lograba en un 66,6 por ciento llegar a un acuerdo, mientras que aquellos que no lo hacían, terminaban en tratos, sólo en un 12 por ciento de las ocasiones.
La explicación es que esta mímica que se realiza, ayuda a establecer relaciones positivas que facilitan el compartir información y ver la negociación como de beneficio mutuo.