Camila González.
@camilaglz
En la publicidad, como en el amor y como en la guerra, dicen que todo se vale. De todo lo que se ocurra puede agarrarse la publicidad para hablarnos. Rico margen de acción. Cuando el plan es apelar a la emocionalidad, qué mejor que hablar de perros. Los “perrunos” tenemos la fibra de la ternura incrustrada en la mirada triste de cualquier perro. Los que se declaran “no perrunos” también, la diferencia es que no lo saben. Hoy les quiero mostrar tres spots –sacados de la mina Huellas de la publicidad– que ponen las emociones de la mano de estos peludos en la pantalla. Dos de estos comerciales nos hablan para vender productos que nada tienen que ver con perros y el otro es de perros para cosas de perros. Miremos.
MasterCard hace gala de la creatividad de su última campaña que sabiamente nos recuerda que hay cosas que el dinero no compra, para poner en escena el idioma de las colas que se baten de alegría y las pilatunas de las mascotas por ganarse una galleta. Describe las coqueterías que se pueden comprar hoy para los perros: camas, sillones, huesos, juguetes tienen precios… pero la felicidad de estar con ellos, de saberlos lo más cierto entre las incertidumbres de las relaciones humanas, es invaluable. Esta tarjeta de crédito busca en lo cotidiano poner sobre la mesa que en la vida las cosas apenas acompañan, pero no son ellas las que hacen el disfrute, sino las representaciones afectivas de ellas. La tarjeta de crédito, sin decir nada de perros, dice todo de ellos.
Anunciante: MasteCard
Categoría: Tarjeta de crédito
Año: 2002
Curioso que American Express también le apuesta a los perros para conversar sobre la seguridad de sus cheques de viaje. Miren la escena: en una casa sin dueños, ¿qué otra figura puede representar la seguridad y la certeza cuando entra alguien extraño? Los cheques de viajero blindan los pensamientos de cualquier viso de peligro. Los perros nos blindan la vida de todo asomo de traición. Son cómplices, igual los cheques.
Anunciante: American Express/Traveler Checks
Categoría: Bancos
Año: 2002
Por su parte, Dog Chow se vale de un guión divertido en el que un perrito se hace tan fuerte por su alimentación que destruye la puerta y tumba a su dueño. Está más que bien alimentado por las croquetas. Es el caso de un producto de perros que habla de perros y de cosas de perros.
Anunciante: Purina/Dog Chow
Categoría: Alimentos perros y gatos
Año: 2001
No sé exactamente por qué, será mi impulso transgresor o la valoración que hago del ser creativo, pero no solamente me gustan más los comerciales que se arriesgan a vendernos algo a través de mensajes o representaciones que no tienen que ver nada con ellos, sino que me quito el sombrero ante muchos de ellos. Encantador, en este caso, que nos hablen de finanzas a través del idioma del ladrido.