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InfluencerDB da cuenta de lo importante que son los perrhijos en redes sociales, tanto que incluso han creado categorías como la de “petfluencers”.
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Palomo es otra historia de perritos acompañando a sus propietarios en su trabajo.
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Ambas historias de perrhijos en actividades laborales dan cuenta de lo interesante que se ha vuelto un animal de compañía para las personas.
“Perrito Betterware” es la historia de un perrhijo, que nos permite dimensionar lo importante que se ha vuelto en el mercado entender al consumidor a partir de la demanda de contenidos en redes sociales, donde cobra mucha o demasiada importancia un animal de compañía y es que tan importantes son los perrhijos en las historias que se difunden en redes sociales, que incluso han inaugurado categorías como la de “petfluencers”.
“Según InfluencerDB, el pomeranian Jiff Pom fue el petfluencer más seguido en la aplicación para compartir fotos con diez milllones 400 mil seguidores. El Pomerania también actúa, ya que apareció en el video musical de la canción de Katy Perry ‘Dark Horse’ en 2004”, explicó S. Dixon, analista de Statista al presentar un estudio de InfluencerDB a suscriptores de la plataforma.
“Perrito Betterware”
Nenamounstro (@nenamounstro, Twitter) documentó una curiosa historia en redes sociales, en donde mostró al “Perrito Betterware”, un perrhijo que acompaña a su dueño a la venta por catálogo.
El perrito Betterware es muy famoso en mi colonia, solo se los presumo porque ustedes no tienen uno.
(Si le quieren comprar al perrito Betterware ahí les dejé su FB) pic.twitter.com/9FE1uSH9TD
— nenamounstro (@nenamounstro) May 4, 2023
“El ‘perrito Betterware’ es muy famoso en mi colonia, solo se los presumo porque ustedes no tienen uno. (Si le quieren comprar al perrito Betterware, ahí les dejé su Facebook)”, cita el mensaje de la tuitera.
Al mostrar el Facebook del vendedor que se acompaña de su perrhijo nos enteramos que se trata de Jorge Rangel Betterware y realiza entregas de lo que vende por catálogo a bordo de un triciclo y acompañado del famoso “Perrito Betterware”, quien tiene un espacio acondicionado para poder estar a bordo del vehículo.
La descripción de Facebook de Rangel señala que realiza entregas en las colonias Del Valle, Narvarte, Condesa, Roma, Nápoles y Polanco.
Esta historia llama la atención, porque nos recuerda lo importante que se ha vuelto en el mercado contar historias donde marcas, animales y actividades laborales, sumadas, llaman la atención por ser referentes de lo que se comunica y lo que es importante de conocer en este segmento, donde un elemento es clave y es la aparición de animales en las historias tan demandados con este tipo de narrativas, en redes sociales.
Como el caso del “Perrito Betterware”, hay otros ejemplos de cómo animales de compañía terminan convirtiéndose en estrategia de promoción, por acompañar a sus propietarios en su trabajo.
Palomo, por ejemplo, se viralizó porque acompañaba a su propietario en la venta de golosinas que llevaba en su “lomito”. Tan importante fue la historia que incluso trascendió la denunció, que el “animalito” perdió su pata debido a un mal diagnóstico veterinario, luego de que fue atacado por un perro Pitbull, que le fracturó la pata.
La importancia de estos casos que mencionamos, donde uno ocurrió en Pachuca, con Palomo y el otro sucede en CDMX, con el “perrito Betterware”, vemos lo importante que se ha vuelto en redes sociales las historias protagonizadas por perrhijos, categoría con la que se identifica a estos animales y que da cuenta de que es importante publicar en dichas plataformas.