Los artistas Jon Thomson y Alison Craighead decidieron crear un perfume basado en los olores del apocalipsis, como parte de su exposición en la galería Carroll/Fletcher en la ciudad de Londres.
Incredibly evocative exhibition based on the Apocalypse – with accompanying fragrance @CarrollFletcher pic.twitter.com/eL4H0cFEVX
— The Perfume Society (@Perfume_Society) 12 de abril de 2016
El perfume “Apocalipse”, de acuerdo a trascendidos de prensa que han logrado percibir su aroma como algo parecido a “enojo”, pues está basado en truenos, tierra con lombrices, sangre, incienso, rocas de montaña y dolor.
La colaboración para crear este producto fue con el perfumista Eun McCall y es descrito por sus creadores como una esencia que es lanzada en un momento, donde “el consumismo y la política alimentan el miedo, la mística y mentiras de todo tipo”.
El concepto de aroma se debe a que este producto, con un costo de 300 libras esterlinas (cerca de siete mil 500 pesos) está inspirado en el apocalipsis bíblico, idea creativa que se ocurrió al par de artistas en su exposición basada en catastrofes nucleares y predicciones sobre el posible fin del mundo.
Cifras que ayudan a entender el consumismo, tan solo de perfumes, es que durante 2015, la industria de los perfumes tuvo un valor de más de 39 mil millones de dólares, mientras que para años como 2021, de acuerdo a Statista, se estima que crezca hasta 43 mil 600 millones de dólares.
Actualmente la publicidad de perfumes de diseñador, que son los productos que dominan la industria, debido a los enormes presupuestos en publicidad y marketing con que son vendidos, incluyendo a celebridades dentro de promocionales, destacan emociones aspiracionales y sexuales, debido a que según especialistas, un perfume no podría generar ventas por si solo.