Personajes como Peppa Pig, Harry Potter o clásicos como Jack y las habichuelas mágicas pueden que sean el próximo objetivo del Partido Comunista Chino, que ha puesto el ojo en la literatura infantil de origen extranjero, según el diario de Hong Kong, South China Morning Post, que ha dado a conocer que los editores están recibiendo la orden de rebajar el número de libros extranjeros infantiles al mínimo.
Con una creciente clase media y más de doscientos millones de niños de menos de 14 años, el mercado de los libros infantiles tiene un futuro prometedor en ese país, donde se publicaron más de 40.000 libros para ese target, solo durante 2016.
El detalle estaría en que el partido Comunista no desea que las influencias occidentales lleguen a los meas jóvenes a través de esta vía. Incluso los libros de historietas de Japón y Corea del Sur, ahora no tienen prácticamente posibilidades de ser impresos, según ha declarado uno de los editores al diario asiático, mientras que los de América y Europa, estarán muy limitados.
Al parecer, los oficiales del partido Comunista opinan que estos libros han causado una “influencia ideológica” intolerable proveniente de occidente, por lo que se busca reducirla con esta medida, además de proteger así a los autores chinos.
Incluso el gigante del comercio electrónico, Alibaba anunciaba el pasado viernes, la prohibición de venta de todas las publicaciones extranjeras desde la plataforma, hasta crear un “ambiente seguro que refuerce la confianza y satisfacción del consumidor.” Y es que Harry Potter es uno de los libros más vendidos en China… a pesar del comunismo.