La pandemia de Covid-19 no ha acabado de irse, no obstante, la autoridad sanitaria es optimista, pues desde su perspectiva, la velocidad de reducción de contagios de Covid-19 ha ido a la baja en México en las últimas cinco semanas, sobre todo en seis entidades.
A decir de la Secretaría de Salud (SSa), desde hace 11 semanas, hemos tenido un periodo de reducción de la transmisión del virus. No obstante, en las cinco semanas más recientes la reducción ha ocurrido en una velocidad menor que la que tuvo las primeras seis semanas del año..
En cuanto a la ocupación hospitalaria de camas generales para atención de Covid-19, remarcó la autoridad sanitaria, esta se ubica en 5%, mientras que las camas con ventilador mecánico es de apenas 1 por ciento. Los fallecimientos por esta enfermedad, asimismo, van a la baja.
También, la SSa hizo mención de que las personas contagiadas de Covid-19, que cumplen con los criterios médicos, pueden recibir el tratamiento Paxlovid en unidades del sector salud. Pero este medicamento no puede auto prescribirse, sino, por el contrario, se debe tomar bajo vigilancia médica. Además, solo se encuentra disponible en las unidades del sector público para todas las personas.
La obesidad, la otra gran epidemia
En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que recién se conmemoró, el gobierno federal debería hacer una campaña integral para combatir esta otra epidemia. Recordemos que la obesidad ocasiona un raudal de enfermedades que tienen al sector salud al borde del colapso, como diabetes, hipertensión arterial y padecimientos cardiovasculares, entre otros.
Además, recordemos que ese tipo de enfermedades, como la diabetes, van dañando paulatinamente a diversos órganos, como el hígado y el riñón, lo cual ocasionado otros padecimientos terribles, como el que hablábamos la vez anterior, la enfermedad renal crónica (ERC).
Por ello, ante la pandemia de sobrepeso y obesidad en México, es precisa una política pública de salud integral, que además contemple la capacitación de médicos de primer contacto, con el fin de que no solo detecten los riesgos potenciales, sino que puedan actuar para prevenirlos y detener su avance.
Ya también hablamos del excesivo consumo de refrescos que tenemos en el país y las pocas frutas y verduras que consumimos como sociedad, por lo cual también se tendría que actuar en consecuencia.
En suma, estamos haciendo todo mal y, como diría el refrán popular, “nadie hace nada”.
La devastación de una obra faraónica
En teoría, la idea era hacer una gran inyección de recursos en el sureste mexicano, con el fin de crear llevar a cabo este gran proyecto de infraestructura turística, el cual buscaría conectar diversas zonas del área maya mediante una red ferroviaria de 1,525 km. Sin embargo, esta mega obra ha generado una gran controversia, incluso legal, sobre todo por las implicaciones medioambientales y culturales que está teniendo su construcción.
Uno de los principales problemas ambientales que se ha señalado en relación con el Tren Maya es el impacto que está teniendo en la selva. La construcción de la infraestructura ha requerido la tala de árboles y la apertura de caminos en zonas boscosas. Y a pesar de que el presidente prometió que no se talaría un solo árbol, durante el último recuento, de Animal Político, ya iban más de 3.4 millones derribados.
De acuerdo con previsiones ambientales, el proyecto del Tren Maya está afectando a más de 140 especies de animales, algunas de ellas en peligro de extinción, como el jaguar, el mono araña, el mono aullador y la guacamaya roja. También se han identificado riesgos para la biodiversidad de la zona, en particular para los arrecifes de coral que se encuentran en la costa de Quintana Roo.
Por otra parte, el Tren Maya también ha generado preocupaciones en relación con el patrimonio cultural de la región. Como sabemos, la zona en la que se desarrolla esta obra faraónica es rica en vestigios arqueológicos y ruinas mayas, que están viéndose afectados por la construcción del tren. Muchas de estas ruinas son de una importancia histórica y cultural invaluable, muchas de las cuales aún no han sido exploradas.
Además, también se ha advertido que la construcción del tren podría generar una mayor presión turística en la zona, lo que podría afectar a las comunidades locales y a su patrimonio cultural. Pero la obra se está erigiendo a pesar de que muchos pueblos indígenas se han opuesto públicamente al proyecto. Ante ello, el gobierno ha tratado de modificar esto con la promesa para dichas comunidades de obtener ciertos beneficios, o de plano, con la amenaza velada o explícita en caso de seguirse oponiendo.
Muchas de estas comunidades indígenas dependen de los recursos naturales de la región para su subsistencia, y por tanto, temen que la construcción del Tren Maya pueda afectar su capacidad para obtener alimentos y agua.
La administración de la 4T ha asegurado que el Tren Maya se construirá, a cómo dé lugar, de manera sostenible y que se tomarán medidas para mitigar los impactos ambientales y culturales. No obstante, algunos expertos han advertido que el proyecto podría tener consecuencias negativas a largo plazo para la región. Así, es importante que se siga monitoreando el desarrollo del Tren Maya y que se tomen en cuenta las preocupaciones y sugerencias de los expertos y de las comunidades locales, aunque no le guste al primer mandatario.
La construcción del Tren Maya, a pesar de los amparos ganados para evitar su construcción -recordemos la frase aquella de López Obrador de “no me salgan con que la ley es la ley”-, pone en peligro muchos de estos sitios arqueológicos y monumentos históricos. La excavación y la construcción están dañando las estructuras y los vestigios que se encuentran en los sitios; además, la construcción de la infraestructura podría afectar la capacidad de los arqueólogos para estudiar y preservar estos sitios.
Así que no esperemos a que este gobierno de la 4T lo juzgue la historia, porque para entonces ya será muy tarde. Es fundamental garantizar la protección del patrimonio natural y cultural de la zona, por lo cual es necesario que se establezcan medidas adecuadas para mitigar los impactos ambientales y culturales del proyecto, antes de que la Selva Maya, junto con todas sus maravillas naturales y arqueológicas, se queden solo en un bello recuerdo.
Estetoscopio
- Muchas felicidades a VALID, firma de validación y capacitación para la industria farmacéutica, y a su director general, Fausto Hernández Montiel, por sus 10 años de vida y por la obtención de su certificado ISO-9001.
- ¿Y qué hace el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con respecto a la construcción del Tren Maya? Acompañando Manuel, solo acompañando…