Para el ciudadano común quizás el mayor símbolo de la democracia son las elecciones, de allí que en la capital de la República se hayan manifestado 100 mil ó 500 mil personas, dependiendo de las cifras que cada quien quiera ver como ciertas.
El Instituto Nacional Electoral (INE) representa para millones de mexicanos la independencia y el poder de elección que se nos quitó por más de 70 años. Por ello salen a las calles, a defender no sólo a una institución que para nosotros representa democracia, sino para defender nuestro poder de elección.
Pero hay otro aspecto inherente a la democracia que se cimentó en la jornada de este domingo: la libertad de expresión. La democracia no son sólo elecciones, sino también es el derecho de manifestar libremente las ideas políticas, sin que esto tenga consecuencias.
Cuando se piensa en otras naciones de este mismo continente como Nicaragua o Venezuela, aunque se pueda salir a manifestar, las consecuencias físicas, políticas y judiciales están allí para los detractores de los regímenes de turno.
Este domingo con cada paso que se dio en las calles de México las personas ratificaron su derecho a expresarse y manifestarse, con lo cual cada vez se apropian más del mismo.
Finalmente, otro de los pilares de la democracia es la separación de poderes. El siguiente paso que se espera por parte de los detractores de la reforma recién aprobada por el Congreso de la Unión es la impugnación ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La manifestación de este domingo también llevaba un mensaje para la Corte. “Yo confío en la Corte” se escuchaba en las calles de la Ciudad de México, pues la expectativa de los mexicanos es que haya un pronunciamiento libre del poder judicial que haga valer la democracia que se ha ido construyendo en el país.
Estos tres elementos (libertad de expresión, defensa del INE, exigencia de separación de poderes) se conjugaron en las calles de México, y constituyen una muestra de los pasos que nuestra sociedad da en la construcción permanente de la democracia. Porque aunque se hayan alcanzado las elecciones libres, instituciones independientes y libertad de manifestación, no quiere decir que no se deba seguir luchando por ellas, así como hicieron los mexicanos este fin de semana.