Entre los tantos elementos que integran a una persona estĆ”n las emociones, las cuales no son tan sencillas de controlar siendo incluso difĆcil identificar aquello que desencadena la avalancha de sentimientos, si de por sĆ ya es complicado al autoconocimiento y el manejo en primera persona, es mayor reto el entender y comprender a los otros.
La pasiĆ³n es precisamente un sentimiento muy fuerte el cual es notorio por medio de una conducta visible, que en la mayorĆa de las veces es contagiado a los demĆ”s, recuerdo en una ocasiĆ³n una integrante del staff de una sala de cine que tiene servicio en butaca en Perisur, donde su pasiĆ³n por el servicio era notorio por medio de la impecabilidad de la atenciĆ³n, disposiciĆ³n y la sonrisa con la cual cerraba la āetiqueta de atenciĆ³nā, ella logrĆ³ transmitir en mi persona lo que muchos hemos escuchado āel cliente es primeroā pero ademĆ”s, el gusto por la actividad que desempeƱaba, enriqueciendo la experiencia de ese dĆa en mĆ y en mi familia.
Considero que la vocaciĆ³n de servicio es un talento que viene de la necesidad de cuidar y atender a las personas (no necesariamente es satisfacer, ya que no siempre se tienen las capacidades o recursos), viene de una profunda vinculaciĆ³n, por lo que el proceso de conocer e individualizar la relaciĆ³n tiene relevancia, al ser un talento natural, se nota la pasiĆ³n durante la ejecuciĆ³n, por lo contrario, hay personas que se esfuerzan por brindar la atenciĆ³n a la persona, quien lo percibe como ātengo y debo hacerloā en vez de āme complace la atenciĆ³n y protecciĆ³nā, eso es un diferenciador al momento de la selecciĆ³n del personal para las actividades que sean o conlleven atenciĆ³n o servicio al cliente.
Conocer las expectativas favorece a establecer la lĆnea base y realizar un listado de lo mĆnimo indispensable, tambiĆ©n ayuda a conocer los lĆmites, tanto los que provocarĆa perder la relaciĆ³n con la persona, y como conocer las capacidades que la organizaciĆ³n, marca, departamento, grupo o individuo posee, en caso de no tenerlos analizar si es posible implementarlos y el tiempo que llevarĆa el hacerlo.
Comprender y entender a la persona no es una tarea sencilla, a veces ambos verbos se usan como sinĆ³nimos, desde mi punto de vista entender conlleva acciones de oĆr, en ocasiones de escuchar, realizar un anĆ”lisis superficial y prĆ”ctico, mientras que comprender involucra escuchar activamente y un anĆ”lisis a nivel profundo para localizar aquello que originĆ³ la emociĆ³n (como los factores o el contexto), el comprender no es con la finalidad de justificar (como algunos pueden pensar), sino para racionalizar e incluso decodificar mensajes ocultos.
No siempre vivimos una pasiĆ³n por el servicio, a veces nos enfrentamos con momentos no gratos, los cuales si los adjudicamos de forma personal puede afectarnos pasando un mal momento e incluso despertar acciones (o mecanismos de defensa) que despuĆ©s no son tan benĆ©ficos, provocando incluso daƱos en la relaciĆ³n.
Las campaƱas de marketing sin duda van dirigidas a las personas por medio de un mensaje que provoque una emociĆ³n, dicho mensaje debe de cuidarse que llegue de forma adecuada hasta el punto final, y sobretodo que los integrantes que tienen interacciĆ³n directa con el pĆŗblico o persona objetivo tenga la pasiĆ³n por el servicio, logrando la coherencia y la impecabilidad en la ejecuciĆ³n de la campaƱa que se ha elaborado.
Recordemos aquellos momentos que fuimos consumidores y en los que nos hemos sentido defraudados por la marca, realmente esa emociĆ³n de falsa expectativa fue lograda debido a un mal manejo de la emociĆ³n e interacciĆ³n con el representante de la compaƱĆa, que en su momento no tuvo la vocaciĆ³n de atender de forma incondicional respondiendo en tiempo nuestra necesidad o mĆ”s aĆŗn no pudo manejar la emociĆ³n debido a su falta de comprensiĆ³n.
Para la teorĆa de Gallup sobre Clifton Strengths Finder, la persona que tiene empatĆa la cita como āusted percibe las emociones de quienes lo rodean, y las siente como si se tratara de sus propios sentimientosā¦ā, algunos le dicen que debemos precisamente empatizar con el cliente, āponernos en sus zapatosā, yo creo que es mas allĆ”, ya que no es necesario tener empatĆa y sentir (literal) lo que la otra persona siente para poder comprender el origen de la acciĆ³n o conducta manifestada, en mi caso en el test de talentos de Gallup mi empatĆa estĆ” en posiciĆ³n 32 de 34 y no ha sido un impedimento para comprender a las personas y localizar la gĆ©nesis que propiciĆ³ la inconformidad.