Internacional-. ¿se han percatado alguna vez de ese desagradable olor a orina en las calles de su ciudad?. La verdad es que esta habitual y poco grata costumbre de algunas personas es algo que podemos percibir casi en cualquier ciudad del mundo. Callejones o paredes oscuras son los principales “blancos” que muchos vagabundos, borrachos o simplemente uno que otro individuo que no logra contener la vejiga, eligen para hacer sus necesidades.
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St. Pauli, ciudad alemana del distrito de Hamburgo, es famosa por ser un lugar lleno de bohemia, lo que ha resultado en un insólito problema. Cada madrugada, un sin fin de personas deambulan borrachas por las calles, orinando en lugares públicos o indebidos, lo que resulta en una ciudad sucia y descuidada. Los vecinos del sector son los más afectados en una situación que no parecía tener una solución.
Las autoridades impusieron altas multas y prohibiciones al respecto, sin embargo nada dio un resultado que terminara con esta práctica. Es por esto, que un grupo de personas molestas con esta situación, se reunieron para combatir esta mala costumbre con una “experimento ejemplificador”.
Si bien esta medida no pretende erradicar el problema desde su base, esta al menos es una ingeniosa forma de ejercer el dicho “ojo por ojo, diente por diente”. El método: aplicar a las paredes preferidas por los borrachos, una pintura con propiedades hidrofóbicas, la cual actúa como un repelente de líquido, que es capaz de emitir un efecto rebote con el líquido desde la zona desde donde se produce. Es así como la orina rebotaría en las mismas personas que estuvieran “regando” las paredes que cuenten con este tipo de pintura.
He aquí el video.
