Santiago, Chile.- Cada día somos más dependientes de la tecnología y lo que parece una ventaja para la industria del marketing, suele ser una bomba de tiempo para la creatividad. Las ideas ajenas fluyen, pero nos impiden “inventar” otras realidades. Todo está dado y resulta difícil encontrar algo nuevo. Hace falta un poco de aburrimiento, un poco de desconexión creativa.

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Sí, como cuando somos niños y no tenemos juguetes al alcance, así nuestra mente busca recursos para imaginar nuevas historias y embarcarnos en un juego diferente.

Para encontrar ideas que parezcan nuevas, se necesita el contacto directo con el mundo y la observación de nuestros semejantes. ¿Qué necesitan? ¿Cuáles son sus costumbres? Para entregar soluciones se requiere mirar los problemas desde afuera y con el celular en la mano resulta difícil. Si bien redes sociales es una gran herramienta para entregar contenido, no lo es para pensar en generarlo.

Si observamos lo que sucede a nuestro alrededor, estamos un paso más adelante que los demás de acercarnos a la meta, de ver la realidad imperante en los distintos grupos objetivos y de ideas atractivas para mostrar las posibilidades del mercado, de los productos y de sus marcas.

Conscientes de la híper conexión del mundo actual, se nos hace fundamental desconectarnos, para mirar más allá del estímulo/respuesta en el que estamos inmersos.

Para crear, debemos mirar, pensar, dar vuelta las ideas y eso es extremadamente difícil sin la desconexión.

Entonces, como en una paradoja, necesitamos de ella, de la desconexión para acceder a la creatividad que nos hará conseguir el objetivo de llamar la atención sobre lo que ofrecemos.