La crisis de la COVID-19 ha planteado más de un reto para las compañías. Los consumidores han cambiado sus hábitos, hay enormes restricciones de socialización, el trabajo remoto no es tan intuitivo para todos, entre muchos otros. Por otro lado, también se debe aceptar que se vive un momento de madurez tecnológica sin precedentes. Y es gracias a esta digitalización que muchos negocios tienen la respuesta para estas enormes barreras al alcance de su mano.
Así lo considera Coco Medina, directora senior del área digital de LLYC. Esta especialista cree que, en un gran número de casos, la digitalización es la única opción para que las marcas le den una continuidad a su producción, comercialización o comunicación. Pone el ejemplo de las aerolíneas que, aún si no venden vuelos, aún acompañan y escuchan a su audiencia por estos canales. Por ello, asegura, es momento de aprovechar estas bondades tecnológicas.
El reto de la digitalización
Por supuesto, no todos son retos en este mercado. Medina asegura que en México hay ya 85 millones de internautas, de los cuales siete de cada 10 realizan compras en línea. Reconoce que hay una desaceleración de la economía. Pero el consumo por internet está creciendo a una tasa de 20 por ciento. Y aunque las que más se han beneficiado son las compañías que ya tenían una digitalización en forma, quienes aún no empiezan todavía tienen su oportunidad:
El acceso a la tecnología se ha democratizado y existen soluciones para las necesidades de cada marca. Hay soluciones simples y eficaces que ayudan a las empresas a automatizar y someter sus procesos a una digitalización gradual de alto impacto. Es crucial hacer un buen diagnóstico de la madurez tecnológica, establecer prioridades del negocio y trazar un camino para adoptar soluciones inteligentes, simples y poderosas que fortalezcan la oferta de valor.
Y es que uno de los fenómenos más interesantes de la pandemia en la economía es que no necesariamente la está renovando, sino que la está acelerando. Tanto la digitalización como muchas tendencias que ya existían en el mercado, afirma la experta de LLYC, se volvieron realmente necesarias para la vida moderna. Y en este sentido, afirma Medina, “Un negocio que no acelere estos procesos solo no será parte del entorno competitivo, no importa su industria”.