• Ya en otros momentos Disney ha demandado a Orange County por sobre-valorar sus propiedades

• Sin embargo, valuadores independientes apuntan que las instalaciones de la empresa llevan años sub-valuadas

• Para determinar los impuestos que debía pagar la casa del ratón en 2019, el experto del proceso de evaluación fue Rick Singh

Si hay un concepto que generalmente provoca tensión entre compañías y gobierno es el de los impuestos. Estos recursos son fundamentales para que la administración federal de cualquier país pueda operar adecuadamente. A la vez, los grandes conglomerados privados tienden a ser de los agentes que más aportan a las arcas públicas. Pero como negocios, las marcas se dedican a reducir sus aportaciones con todos los argumentos legales que tienen a su alcance.

Este contexto es relevante por las noticias que reporta AP. Parece que Walt Disney acaba de poner una demanda contra Florida, en Estados Unidos (EEUU). La entidad sirve como el lugar donde la compañía tiene las instalaciones de su parque de diversiones más grande en todo el mundo. Pero a consideración de la casa del ratón, la cantidad de impuestos que se le exigen por el tamaño de este centro de entretenimiento es mucho más alto de lo que debería de ser.

Así pues, Disney acaba de demandar al condado de Orange por la valoración que la institución realizó de sus parques, resorts, edificios de oficinas y otras propiedades. De acuerdo con la compañía, se les puso un precio demasiado alto, lo que la obligó a pagar más impuestos de los que le correspondían en 2019. Ese año, se calculó que centros como son Magic Kingdom, Epcot y Hollywood estudios valían 504, 539 y 394 millones de dólares (mdd) respectivamente.

¿Quién tiene la razón en este caso de impuestos?

No es la primera ve que surgen tensiones entre una compañía privada y el gobierno a raíz de sus obligaciones impositivas. Por ejemplo, en México ha habido mucha confusión en torno a cómo se van a aplicar y cobrar los nuevos impuestos a servicios digitales como Mercado Libre y Netflix. Transacciones de gran nivel, como la compra de Vips, también han dejado un par de pendientes. A eso hay que sumar modificaciones a los esquemas en especie entre agentes.

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Pero vale la pena volver al caso de Disney y su conflicto de impuestos con Florida. Dentro de Organe County se hallan algunos de los parques de diversiones más grandes de la marca. Y una sobre-valoración no es algo mínimo. Como se trata de cifras en los mdd, un error en los cálculos efectivamente podría costar (ya sea a la casa del ratón o al gobierno) una muy buena parte de sus ingresos. Así que es crucial que se llegue a una medición confiable y objetiva.

En este sentido, es incierto si la demanda es solo una herramienta de Disney para pagar menos impuestos de los que le corresponden, o una exigencia legítima. Si Orange County y la compañía quieren arreglar la lucha de una vez y por todas, necesitarían manejar la valuación con uno (o varios agentes independientes). Y a la vez, transparentar el proceso para que otros expertos de la industria lo corroboren. Solo así podría llegarse a una buena decisión unánime.

Conflictos impositivos

Resulta común que las empresas entren en roces con autoridades por culpa de impuestos. Por ejemplo, marcas como Natura, Avon y Price Shoes perdieron parte de su atractivo como forma de negocio por culpa de una nueva legislación en México. Asimismo, han hecho que empresas al estilo de Starbucks y Fiat generen roces por el trato distinto que reciben del gobierno. En países como Argentina, incluso se llegan a poner límites a ciertas operaciones financieras.

Por supuesto, no todos los retos que las marcas tienen en cuestión de impuestos surgen de un deseo de pagar menos. De acuerdo con Abajian Law, hay pequeños negocios que pueden entrar en conflicto con las autoridades por una preparación inadecuada de sus declaraciones. Por su lado, la OECD plantea que la digitalización está creando barreras complejas de superar en este entorno. Algo que, según Tax Warriors, se extiende también a las nuevas profesiones.