Buenos Aires, Argentina.- Farmacity, la cadena argentina de farmacias que lanzó una campaña de bien público junto con una fundación que lucha contra la leucemia (Fundaleu), aclaró con una carta que no se beneficia fiscalmente con las donaciones que los clientes hacen cuando se redondea lo que deben pagar por una compra. Qué decían los desconfiados y qué respondió la compañía, en este artículo.
Con la presencia del actor argentino Facundo Arana, Fundaleu y Farmacity lanzaron la promoción de la 5° edición de su campaña solidaria para combatir la leucemia y ayudar a los que la padecen. El lema este año es “Tu colaboración es una esperanza a favor de la vida” y durará hasta el 30 de abril en todos los locales del país de Farmacity.
¿Cómo se colabora? Como lo implementan muchas compañías alrededor del mundo: mediante el redondeo del vuelto de las compras o la adquisición de un bono de 3 pesos argentinos (0,60 dólares).
Cuando fue publicada la noticia en el sitio Infonegocios.com, los comentarios de clientes desconfiados aparecieron. Estos son sólo dos de ellos:
- “Yo no estoy de acuerdo con ceder esos ínfimos centavos a las grandes cadenas de supermercados/farmacias. La razón es que los clientes formamos un fondo común para que se realice la donación, pero la misma es realizada a nombre de la empresa, llámese Farmacity, llámese Carrefour. De esta forma, los clientes estamos ayudando a las empresas a una reducción en la carga impositiva, encubierto por una donación”, escribió Analía Berigozzi.
- “Es una buena acción, pero tiene encubierto un tema impositivo que termina beneficiando a la empresa. No es que sean tan caritativos”, apuntó Leonardo González.
Aquí, el texto completo de lo qué respondió la compañía, a través del mismo espacio:
- “Cuando cada cliente decide comprar un bono contribución por un valor de 3 pesos o más, o redondear su vuelto, esta donación ingresa como un pasivo hacia la entidad de bien público. Esto quiere decir que jamás ingresa a la contabilidad de la empresa como una ganancia, y que ese pasivo (que es una obligación que tiene Farmacity para con Fundaleu, en este caso) se cancela únicamente cuando los fondos son entregados. Los pasivos no se permiten deducir de los Impuestos. A su vez, las donaciones ingresan a través de los controladores fiscales de las cajas y tanto la venta de bonos como el redondeo aparecen discriminados en el ticket. La memoria fiscal de los controladores es inviolable y es controlado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) en inspecciones y en la información mensual que se envía en medios magnéticos o por internet a la Afip de manera obligatoria, incluyendo la información de todas las ventas y de cualquier ingreso de fondos en las cajas. La donación la hacen Farmacity y sus clientes“.
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