• Uno de los principales usos de la IA hoy en día es la automatización de tareas repetitivas y mundanas

• Adobe apunta que entre el 15 y el 46 por ciento de las empresas usan o piensan usar esta tecnología

• El número de investigaciones en el tema creció en 800 por ciento en Estados Unidos los últimos 20 años

La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías más prometedoras de los últimos años. Si bien todavía esta innovación tiene una connotación muy relacionada con la ciencia ficción, ya generaba ingresos superiores a los tres mil 200 millones de dólares (mdd) en 2016. Sin embargo, su desarrollo ha levantado numerosas preocupaciones. Incluso compañías como Google han establecido órganos de ética para regular sus avances, aunque sin gran éxito.

Ahora, la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. En un documento publicado en su página web, la Comisión Europea (EC) estableció una serie de lineamientos para el uso ético de la IA. El objetivo de estas normas, apunta el órgano regional, es que los avances en el sector se rijan por buenas prácticas. Específicamente, se busca fomentar la creación de sistemas “confiables, que respeten todas las leyes y regulaciones aplicables”.

Fanny Hidvégi, una activista de Access Now, comentó a The Verge que la lista de lineamientos “proporciona una perspectiva práctica, con vista al futuro” para el desarrollo de IA. La experta, que colaboró en la redacción de los puntos, señaló que la Unión Europea no debería detenerse con sugerencias éticas. Reafirmó que, para que la región pueda ejercer su liderazgo en el tema, debe fomentar el cumplimiento de estos principios a través de responsabilidad legal.

Los siete puntos piden, en pocas palabras, que los nuevos sistemas de IA prioricen conceptos como la protección de datos, seguridad y transparencia. Asimismo, exige que se respeten los principios de autonomía, no-discriminación y bienestar socioambiental. Finalmente, pone como requisito que cada programa y desarrollo pueda ser monitoreado y examinado. Esto, con el objetivo que sea posible adjudicar responsabilidades si la situación lo amerita.

Unión Europea, pionera en ética de IA

A pesar que los expertos en el área coinciden que es necesario limitar el desarrollo de IA, hay pocos ejemplos de control gubernamental. Por lo general, son los mismos líderes del sector los que establecen programas y protocolos. Google protagonizó hace unos días un desastroso intento por establecer regulación externa a sus proyectos. Y Microsoft anunció a finales de marzo que sometería su investigación a principios éticos en el futuro, sin poner fecha.

Por supuesto, lo anterior no significa que no haya la intención de regulación en otros países. De acuerdo con el Future of Life Institute, en Estados Unidos el desarrollo de IA es una de las prioridades de la actual administración presidencial. Eso significa que en las cámaras legislativas se están revisando varias propuestas con respecto al uso de la tecnología. Varias de ellas darían un marco jurídico a la aplicación e investigación de las mismas a futuro.

Sin embargo, la iniciativa de la EC podría ser sintomática de un problema más grande. El MIT Tecnhology Review propone que la ética es demasiado compleja y subjetiva para regir el desarrollo de la IA. Expone que en su experimento Moral Machine ha quedado claro que la idea de las personas sobre lo que está bien y mal difiere mucho según la cultura y experiencia personal. Así pues, expone que un mejor compás podrían ser los derechos humanos.

En este sentido, los lineamientos de la EC están a medio camino. Algunos principios, como la no-discriminación, transparencia, diversidad y respeto a los derechos fundamentales, están alineados con esta idea. Pero muchos otros, como trabajar por el “bienestar de la humanidad” son ideas mucho más abstractas. De cualquier forma, representa un precedente para el resto del mundo. En especial para los países que quieran volverse punta de lanza en la industria.