Buenos Aires, Argentina.- “Un virus destrozó las computadoras del Ministerio de Salud porque Lemus (el ministro) no pagó el antivirus”. Así exponen los medios argentinos el problema de recortar presupuestos a cualquier costo.
El Ministerio de Salud de Argentina no pagó la renovación de la licencia de uso del antivirus y pasó lo que nadie quería: un troyano infectó el sistema.
“Los empleados del Ministerio se sorprendieron esta semana al no poder utilizar las PC, como si Jorge Lemus (el ministro) no tuviera suficientes problemas con la propagación del zika”. Así describió el medio La Política OnLine (LPO) la complicación que tiene esa repartición, una de las áreas clave de cualquier Gobierno.
“Fuentes del Ministerio explicaron que en septiembre venció la licencia del antivirus que tenían instaladas las máquinas y como no la renovaron, un virus penetró en la intranet”, agregó LPO.
Increíble: un virus invadió las computadoras del Ministerio de Salud https://t.co/WgLhsJpbPW pic.twitter.com/YVgF6wz2gn
— Infobaires24 (@Infobaires24) 6 de diciembre de 2016
Una ruleta rusa
El hecho, más allá de lo paradójico de que un virus haya infectado el departamento de Salud, demuestra que no se puede dejar un sistema informático, mucho menos uno tan importante, así de desprotegido. En la actualidad, la conexión es plena a Internet de todas las PC, lo que hace que cada terminal sea una potencial puerta de entrada de un virus.
El ahorro NO puede empezar por la seguridad informática. Paa tomar dimensión de la importancia con que se plantea el tema a nivel internacional, basta decir que a comienzos de 2016 se esperaba que este año se invirtieran –según Gartner– aproximadamente 81.600 millones de dólares en sistemas, productos y servicios de seguridad informática, un 7.9 por ciento más que en 2014.
Otro dato: Latinoamérica es una región que sufre alrededor de 12 ataques cada segundo, de acuerdo con información de Kaspersky. Ese mismo estudio dice que el 18 por ciento del malware proviene de ataques externos (internet), mientras que el 82 por ciento se transmite por dispositivos USB, discos duros portátiles, tablets, teléfonos o similares.