El Paquete Económico 2025, entregado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), es un documento clave para entender el futuro financiero del país. Este paquete define las estrategias de ingresos y gastos que impactarán directamente en sectores esenciales como el comercio, la publicidad y el consumo, áreas fundamentales para los mercadólogos.
La propuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum incluye una serie de ajustes y prioridades que, en el contexto actual, ofrecen oportunidades y retos< para los actores económicos.
Sin embargo, tanto la Coparmex como el IMCO han señalado la necesidad de ajustes más realistas para garantizar su efectividad y evitar riesgos en su implementación. Aquí desglosamos algunos aspectos relevantes para los mercadólogos y el impacto potencial en el entorno económico.
¿Qué es el Paquete Económico 2025 y por qué es importante?
El Paquete Económico 2025 es la propuesta que año con año elabora la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre los ingresos, egresos y balances de un ejercicio fiscal. Está integrado por:
- Criterios Generales de Política Económica (CGPE): Marco macroeconómico para evaluar ingresos y gastos.
- Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF): Estrategia de recaudación para 2025.
- Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF): Asignación de recursos para los programas prioritarios.
Para los mercadólogos el paquete fiscal resulta relevante, pues estas decisiones afectan directamente el consumo, las políticas fiscales y las inversiones públicas que impulsan sectores clave como infraestructura, tecnología y servicios.
¿Cuáles son las prioridades del gasto público?
El gasto total para 2025 se estima en 9.22 billones de pesos, lo que representa una disminución real del -3.3% respecto a 2024. Este ajuste busca reducir el déficit fiscal, pero tiene implicaciones en sectores clave:
- Programas sociales:
- Se destinarán 835,705 millones de pesos a programas sociales.
- 60% de este presupuesto irá a adultos mayores mediante pensiones.
- Inversión pública:
- El presupuesto para proyectos de inversión será de 189,000 millones de pesos, con el 79% dirigido a trenes y solo el 10.5% a obras hidráulicas.
- Gasto en infraestructura:
- Se reduce en un -12.7%, pasando de 932.4 mil millones de pesos en 2024 a 848.7 mil millones de pesos en 2025.
- Sectores afectados:
- Salud: Reducción de -34.1%.
- Educación: Disminución que impacta los recursos para formación y capacitación.
- Seguridad y Protección Ciudadana: Caída del -36.2%.
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¿Cuál es la opinión del sector empresarial?
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) reconoció el esfuerzo del gobierno por mantener la disciplina fiscal y reducir el déficit, pero expresó algunas preocupaciones clave.
- Las reducciones en áreas esenciales como salud, educación y seguridad generan incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para garantizar el bienestar social.
- La inversión pública proyectada, equivalente al 2.8% del PIB, está lejos del 5% necesario para detonar un crecimiento sostenido.
- El endeudamiento destinado a gasto corriente, en lugar de inversión productiva, representa un riesgo para la sostenibilidad económica.
A través de un comunicado, la COPARMEX señaló lo siguiente: “La disminución de recursos en ramos clave la Secretaría de Educación Pública, la de Salud, la de Economía y la de Seguridad y Protección Ciudadana resulta preocupante, especialmente en un contexto donde las necesidades sociales y económicas demandan mayor atención. Estas reducciones generan incertidumbre sobre la eficiencia del gobierno de implementar con éxito las estrategias necesarias para el bienestar de la población.
“La inversión pública prevista, equivalente al 2.8% del PIB, está lejos de la meta del 5% que permitiría detonar un crecimiento sostenido y fortalecer la infraestructura nacional. Además, preocupa que la deuda pública, supere el monto destinado a inversión, lo que implica que nos endeudaremos para cubrir gasto corriente.
“Las estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, en el rango del 2% al 3%, presentan una discrepancia con los pronósticos de diversos especialistas, que proyectan un crecimiento de entre 1.2% y 1.4%. Esta disparidad puede representar un riesgo para la viabilidad de las metas planteadas en el Paquete Económico, particularmente en lo que respecta a la reducción del déficit público y el nivel de ingresos tributarios esperados”.
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Paquete Económico 2025: oportunidades y retos para mercadólogos y empresas
El Paquete Económico 2025 no solo es una hoja de ruta para las finanzas del país, sino un marco estratégico que impactará todas las áreas del mercado. Su análisis es esencial para anticipar tendencias y tomar decisiones informadas.
Hay que señalar que debido a que Morena cuenta con la mayoría en el Congreso, se prevé que la propuesta presentada por la SHCP se apruebe sin mayores contratiempos. Por lo que resulta relevante para las marcas comprender algunos de los retos y oportunidades que habrá en materia de economía en 2025.
Oportunidades:
- Incremento en el consumo social: Los programas sociales mantienen un flujo estable de recursos para sectores vulnerables, lo que podría sostener la demanda de bienes básicos.
- Proyectos de infraestructura: Aunque limitados, los proyectos ferroviarios y de transporte abren oportunidades en logística y publicidad local.
- Transformación fiscal digital: La implementación de herramientas digitales para la recaudación simplifica procesos para contribuyentes y empresas.
Retos:
- Disminución del gasto público: Sectores clave como salud y educación enfrentan recortes, lo que podría afectar indirectamente a industrias relacionadas.
- Mayor carga fiscal para empresas: Aunque no se proponen nuevos impuestos, el incremento en la recaudación tributaria podría derivar en fiscalizaciones más estrictas.
- Riesgo de menor crecimiento: Si el PIB crece menos del 2%, los ingresos proyectados podrían no alcanzarse, afectando la estabilidad económica.
Para las marcas, esto significa un entorno económico incierto pero con oportunidades en segmentos específicos. Las empresas deberán adaptar sus estrategias para responder a los cambios en el consumo y la inversión pública, aprovechando las áreas de oportunidad que surjan en medio de los ajustes fiscales.
