El mecanismo es de los más sencillo, anda uno con sus pantuflas por la casa, llega al tapete, las inserta en el espacio correspondiente y continua con su cómoda estancia en el hogar, ya sea frente al televisor, ordendor, consola o en la lectura de su revista, periódico o tableta.
Este tapete, obra de la diseñadora francesa Lise El Sayed, se puede distribuir convenientemente por el interior de la casa y su cálida experiencia ya no se limita sólo a su espacio natural de la alfombra, sino que gracias a las pantuflas que tiene como accesorio, se puede llevar a cada rincón.
El modelo, por ser un neutro natural, se puede adaptar a diferentes estilos de diseño interior.