-
La pandemia por SARS-CoV-2 ha puesto a científicos de todo el mundo a trabajar a marchas forzadas.
-
El tiempo de respuesta de la industria farmacéutica y biotecnológica frente al brote viral ha sido el más rápido de la historia.
-
Lee: Pfizer analiza nuevo medicamento oral contra Covid-19 ¿Competirá en ganancias con su vacuna?
Grupos científicos de todo el mundo trabajan a marchas forzadas en el desarrollo de fármacos y vacunas contra COVID-19 desde la aparición del coronavirus SARS-CoV-2 a finales de 2019 en la ciudad china de Wuhan.
En diciembre de 2020, se contabilizaban más de 300 tratamientos en desarrollo y cerca de 270 vacunas candidatas, entre las que destaca especialmente la desarrollada por la biotecnologica alemana BioNTech y la estadounidense Pfizer. Esta ha sido aprobada ya por varios países como el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o México.
La vacuna contra COVID-19 de Pfizer comenzó a administrarse a la población el 8 de diciembre en Reino Unido y el 14 de ese mes en Estados Unidos. Curiosamente el país europeo comenzó antes que Estados Unidos, país sede de Pfizer.
El tiempo de respuesta de la industria farmacéutica y biotecnológica frente a este brote viral ha sido el más rápido de la historia. Parte de la rapidez de la industria se debe a las nuevas tecnologías utilizadas, que han permitido el desarrollo de vacunas contra COVID-19 en un plazo récord.
Estados Unidos encabezaba la lista con el mayor número de dosis de vacunas contra COVID-19 pero el pasado 8 de marzo, la empresa de análisis científicos Airfinity publicó nuevos datos sobre la producción mundial de vacunas anti COVID-19.
Los ritmos de producción y entrega se aceleraron y, hasta principios de marzo de 2021, el Grupo Pfizer (EUA) era el que más dosis había fabricado, con 119 millones, por delante de Sinovac (China) con 91 millones, AstraZeneca (Reino Unido) con 83 millones y Moderna (Estados Unidos) con 61 millones de dosis.
En total, hasta principios de mes se habían producido unos 413 millones de vacunas contra COVID-19 en todo el mundo. Como podemos ver en la gráfica obtenida del portal de estadística digital Statista, el mayor número de dosis provino de China, con casi 142 millones, mientras que Estados Unidos llegó a los 103 millones de dosis producidas.
La Unión Europea no se queda atrás, ya que Alemania, Bélgica y los Países Bajos producen conjuntamente más de 81 millones de dosis, mientras que el segundo país más poblado del mundo, India, ha aportado hasta ahora más de 42 millones de dosis.
En la gráfica podemos ver a países como Sudáfrica, Brasil, Corea del Sur o Suiza con cantidad de producción de dosis relativamente “baja” en comparación con China o Estados Unidos, pero es un hecho que sus farmacéuticas se suman a la lista de vacunas contra COVID-19.