- La Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido bloquea la venta de Activision Blizzard a Microsoft debido a problemas de competencia en el mercado de videojuegos en la nube.
- Microsoft buscó disipar la preocupación ofreciendo acuerdos de 10 años a Sony, Nintendo y otras compañías para seguir llevando Call of Duty a sus plataformas, pero persisten los temores a largo plazo.
- Microsoft aún debe convencer a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, que presentó una demanda para bloquear el acuerdo por “antimonopolio” a comienzos de 2023.
La Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido (CMA), sorpresivamente, decidió bloquear este miércoles 26 de abril la venta de Activision Blizzard a Microsoft.
El organismo británico dice que se opone al acuerdo porque hay “problemas de competencia” en el mercado de videojuegos en la nube.
Según la CMA, con la compra, si se concretara, Microsoft podría hacer que los juegos de Activision (con Call of Duty como el principal) fueran exclusivos de su plataforma de videojuegos en la nube, Xbox Game Pass, afectando al resto de los jugadores del mercado, en especial PlayStation, de Sony.
Los videojuegos en la nube son una tecnología que permite a los jugadores acceder a los títulos de forma remota directamente conectados a los servidores de las compañías.
Si bien está en su etapa inicial, Microsoft está apostando todo su esfuerzo en que esa tecnología sea la forma más convencional de jugar.
Hay que recordar que Microsoft anunció su intención de comprar Activision Blizzard hace más de un año, en febrero de 2022, por el impresionante monto de 69 mil millones de dólares.
De concretarse, será uno de los mayores acuerdos que se han producido en la historia de la industria de los videojuegos.
Activision tiene franquicias muy lucrativas como Call of Duty y Candy Crush Saga, las que pasarían a estar bajo el control de Microsoft.
El problema es que los competidores de Microsoft (básicamente Sony y Nintendo), están preocupados porque la compra pudiera darle al gigante estadounidense el control casi total del mercado de videojuegos que supone unos 200 mil millones de dólares anuales.
La preocupación mayor es que Microsoft cancele el acceso de distribución a Call of Duty de Activision para otras plataformas, como PlayStation.
Sony, en particular, es la más complicada si eso llegara a suceder, porque buena parte de sus jugadores son adeptos a Call of Duty y, si Microsoft no “abre” el juego a otras consolas que no sean Xbox, estará en serios problemas.
¿Activision Blizzard será parte de Microsoft?
Microsoft buscó disipar esa preocupación ofreciendo a Sony, Nintendo y otras compañías acuerdos de 10 años para seguir llevando Call of Duty a sus respectivas plataformas, pero el temor es que a largo plazo, esa apertura se cierre.
Brad Smith, de Microsoft, dijo en marzo que su compañía le ha ofrecido a Sony el mismo acuerdo que dio a Nintendo: hacer que Call of Duty esté disponible en PlayStation al mismo tiempo que en Xbox, con las mismas características. Pero Sony se sigue oponiendo a la compra de Activision Blizzard.
Los problemas en el Reino Unido no son los únicos para Microsoft, ya que todavía debe convencer a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, que a comienzos de 2023 presentó una demanda para bloquear el acuerdo por “antimonopolio”.
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