Para el mundo del diseño de packaging, el envasado y el etiquetado representan un elemento de la elaboración de productos que resulta fundamental por distintas razones, la más importante es contener y proteger, pero también lo es proyectar a la marca que los ha manufacturado, ser llamativo para su adquisición y su consumo.
Tu marca tiene que tomar en cuenta el diseño de packaging y prever, con base en las características del producto que se pone a disposición del comprador, el tipo de material, durabilidad, resistencia, aspecto y diseño tanto del envase como de la etiqueta.
Al diseño de envases se le puede definir a través de dos parámetros: rígidos y flexibles. Conoce las características de ambas modalidades y obtén pistas para seleccionar la mejor manera de “envolver” tus productos.
Envases rígidos, ventajas y desventajas
Un envase rígido posee una forma y características definidas que difícilmente se pueden modificar, ello permite que el producto contenido no sufra deterioros ni roturas.
Entre las bondades de este tipo de envasado se pueden mencionar las siguientes:
- Protección del producto contra golpes y daños, lo que evita pérdidas de producto o su deterioro.
- Alta conservación del producto al vacío.
- Generalmente sus materiales son reciclables y un ejemplo de ello es el vidrio.
- Fácil manipulación y transportación lo que permite una rápida preparación de pedidos.
- Facilita la estiba, guardado acumulación de los productos
- Resistencia
- Permite la conservación al ofrecer impermeabilización al agua, vapor, luz, oxigeno, etcétera. Las latas son un ejemplo de ello.
Entre las desventajas de este tipo de packaging se puede mencionar los altos costos de producción, un peso elevado y fragilidad a golpes y malos tratos. Algunos ejemplos de este tipo de envasado son las latas y botellas.
Envases flexibles, lo bueno y lo malo
Puede estar conformado por películas de plástico, hojas de aluminio, papel y otros materiales flexibles.
Algunas de sus ventajas de los envases flexibles son las siguientes.
- Reducción de desperdicio del producto y generación de basura voluminosa.
- Formatos de envasado más novedosos y maleables que pueden ser amables con el medio ambiente.
- Practicidad y poco peso del envase.
- Ocupación de poco espacio tanto en su producción como en su almacenamiento en retail.
- Ahorro monetario en los costos de generación de los envases
- Facil apertura y manipulación de los envases.
- Hermetismo e higiene.
- Fácil esterilización.
- Impresión y etiquetado más sencillo.
Entre las desventajas de este tipo de envasado podemos mencionar la poca protección que los productos pueden sufrir, una apariencia menos formal y la necesidad de mayores controles de calidad para su uso. Cartón, celofanes y papel son un ejemplo de este tipo de envases.