Fui a ver el concierto de Kabah y OV7 . Era interesante ver a gente de treinta y tantos , y uno que otro de cuarenta y tantos, bailar como si estuvieran otra vez en el Alebrije de Plaza Loreto . El concepto de éste “reencuentro” se lo debemos a Ari Borovoy , quien parece haber entendido a la perfección la esencia de la mercadotecnia.

En lo que se refiere a grupos pop de música, las estrategias para hacer dinero (que es lo que al final del día se busca), son dos: el conservarse vigente con la generación actual o bien, crecer con el target con el que originalmente se forjaron.

Las agrupaciones de las que hablamos han decidido cosechar sus éxitos con la generación noventera que forjaron y parece, es una excelente idea.

Por éste lado; la explotación del mercado popero de los noventa es un gran acierto, producto del ingenio del Sr. Borovoy . Sin embargo , mercadológicamente, está dejando ir un montón de dinero (y estoy hablando de varios millones de pesos); al no contar con merchandising oficial.

Este era el momento para vender in situ: playeras, sudaderas, camisas, chamarras , además de CD´s , DVD´s BluRay´s , encendedores, tazas, vasitos tequileros y demás chunches; cuyo mercado dejaron libre para los señores pirata que suelen colocarse afuera del recinto.

El merchandising oficial es de gran relevancia , pues al final del día , proporciona de publicidad gratuita (publicity) a los productos referidos y genera un ingreso adicional.

Es una lástima que no haya detectado dicha necesidad en el público , que terminó satisfaciendo su nostálgico deseo que conservar un recuerdo , con proveedores de mercancía semi legal .

A pesar de todo ello , hemos de subrayar , que la explotación nostálgica de los años noventa es todo un hit , tanto así que ya viene de regreso el Grupo Jeans; ¡hazme el canijo favor!