Continúan las rupturas de estereotipos de género en la mercadotecnia y los negocios. Esta vez se trata de la tienda John Lewis, en Reino Unido, que tomó una decisión genial: ahora ya no tendrán dividido el departamento de ropa para niños del de ropa para niñas. Es un solo de espacio donde no se distinguen las prendas de niños de las de niñas. Es simplemente ropa para todos lo que tengan entre 0 y 14 años. Sin duda una manera de establecer una postura de no discriminación entre géneros, una decisión que obedece a una filosofía de trato igualitario.
Ropa es ropa y son los niños y sus papás serán quienes decidan que les gusta y que va acorde al estilo de cada cual. Como debe de ser. Claro, siguen existiendo playeras de flores, de dragones, de perros, de súper héroes, pero el mensaje que este cambio a una organización neutral de las prendes reclama es: todo puede ser usado por ambos sexos. Y bueno, estas tiendas también decidieron diseñar una ropa “de género no específico”, sí, supongo que con lo mismo: dinosaurios, muñequitos, guerra de las galaxias, etc.
Lo verdaderamente interesante de una medida así, empezando porque mueve de lugar las mentes de los consumidores, es que genera un amplio debate sobre la cuestión de género, lo obsoletas de sus imposiciones, la libertad humana y la necesidad apremiante de ver crecer niños auténticos que simplemente opten por ser ellos mismos, y por ende, por vestir como quieran. Quiero decir, vestir, caminar, actuar, amar, hablar, ser.
Seguro será un punto de quiebre al que empezarán a sumarse otras tiendas y marcas. Al parecer John Lewis es una cadena departamental enorme, que tiene más de 150 años, y está sembrada por todo el Reino Unido. Una especie de Corte Inglés en España y de Palacio de Hierro en México. Un hito que con seguridad va a dar el ejemplo a muchos otros. Fantástico.
Las redes sociales están como locas con esta noticia, no es para menos, y hay quienes reclaman que también se cuente con “etiqueta de género neutral” para la ropa para adultos. Han saltado a la cancha todo tipo de opiniones, por supuesto también detractoras y defensoras del statu quo de género, como grupos que se hacen llamar “pro familia”. Bueno, ese es otro debate.
Por ahora, sólo aplausos y más aplausos para la brillante iniciativa de John Lewis. Son pioneros y trasgresores, valientes y pro igualitarios. Poco a poco tendrán que desaparecer cosas sexistas como la gama de zapatos que hace poco Clarks retiró del mercado: zapatos para niñas que se llamaban “Princesitas” y la versión de niños titulada “Líderes”. Horror. No más de eso.