Internacional.- El fabricante japonés Mitsubishi Motors admitió este miércoles que manipuló “pruebas de emisiones para presentar mejores rendimientos energéticos”. El fraude implica al menos 625 mil autos entre 4 modelos.
El anuncio llega a menos de un año del famoso y tristemente célebre “Diesel Gate”, cuando la marca alemana Volkswagen admitiera haber alterado los motores de 11 millones de sus vehículos para superar los controles de emisiones de gases a la atmósfera.
“Pedimos disculpas a todos nuestros clientes y a las demás partes afectadas. Nuestro cliente Nissan ha descubierto diferencias entre las cifras proporcionadas y las constatadas, y nos ha pedido que las revisemos”, declaró el presidente del grupo, Tetsuro Aikawa, en el Ministerio de Transportes de Japón este miércoles.
Al mismo tiempo, el CEO declaró que pararon la producción y las ventas de los modelos implicados, tanto en Mitsubishi como en Nissan.
En un comunicado dado a conocer antes de las declaraciones de Aikawa, la marca dijo:
Realizamos las pruebas de una manera diferente a lo que exige la ley japonesa, de cara a obtener buenos resultados. Queremos expresar nuestras disculpas a los clientes y a los inversores por este hecho.
Desplome en la bolsa
La noticia en la mañana de Japón se tradujo en un desplome de las acciones de Mitsubishi Motors, que cayeron más de un 15 por ciento en la Bolsa de Tokio. La marca cerró con un descenso del 15,16, luego de tocar un piso de 17 puntos menos que la rueda anterior. Es la mayor caída en un día desde julio de 2004.
Modelos afectados
El nuevo fraude afecta a cuatro modelos. Dos son Mitsubishi: el eK-Wagon y el eK Space; y otros dos son Nissan: el Dayz y el Dayz Rooz.
Mitsubishi Motors desligó a Nissan del escándalo. El texto del comunicado dice que es responsable de cómo se han realizado las certificaciones, que se destapó, según explican, durante el proceso de desarrollo de la siguiente generación de coches pequeños (o micro). “Nissan examinó los consumos de combustible y los datos de emisiones y encontró desviaciones graves respecto de sus tablas de referencia. Por eso, Nissan solicitó a Mitsubishi una revisión. En el desarrollo de esta investigación interna para determinar qué había pasado, la compañía descubrió este sistema de realización fraudulenta de las pruebas para mejorar los datos de consumo y emisiones frente a los que estábamos dando hasta ese momento”, comunicaron.
Según Reuters, aún el Ministerio de Transporte nipón ha hecho declaraciones.