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La falta de semiconductores a escala global, que primero ha golpeado a automotrices como Subaru, es un fenómeno multifactorial
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Entre sus raíces, se cuenta la paralización de actividades por la pandemia, la mayor demanda de productos y algunos incidentes en ciertas fábricas
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De hecho, se espera que la escasez de componentes no se pueda arreglar sino hasta finales del año
Continúa el drama del suministro de microchips en el sector automotriz. De acuerdo a Reuters, ahora es la japonesa Subaru la que ha anunciado el cierre temporal de al menos una de sus plantas en su país natal por la falta de componentes. Se espera que, según un comunicado de la misma compañía, la producción de alrededor de 10 mil vehículos se vea afectada. El cierre se va a ejecutar del 10 de abril y hasta finales del mes, lo que equivale a más de dos semanas.
Específicamente, se espera que la planta cerrada sea la de Yajima, en la prefectura de Gunma, justo al centro de Japón. A partir del 27 de abril, se espera que Subaru vaya reanudando poco a poco las actividades en estas instalaciones. Sin embargo, no sería sino hasta el próximo 10 de mayo que se reanuden completamente las actividades. La compañía reafirmó que aún no tiene claro cuál será el impacto financiero de esta decisión a sus resultados para el trimestre.
Una vocera de Subaru reafirmó que la paralización de esta planta en Japón responde de forma directa a la escasez global de chips. Asimismo, rechazó que estuviera ligada a un fuego en las instalaciones de Renesas Electronics Corp, uno de los proveedores regulares de la marca. De acuerdo con Reuters, la planta de Yajima produce algunos de los modelos más populares de la compañía nipona a escala internacional. Entre ellos, están el sedán Legacy y la SUV Forester.
Subaru, la nueva víctima de la escasez de microchips
Como ya se dijo, dentro y fuera del sector automotriz que la falta de estos componentes está ocasionando problemas en las operaciones de las compañías. Como Subaru, de acuerdo con CNBC, ya empresas del tamaño de General Motors, Ford, Hyundai y Nissan han aceptado que sus operaciones no pueden continuar con esta escasez. No solo eso, sino que se espera que los retos de producción lleven a una pérdida acumulada de 60 mil millones de dólares (mdd).
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Y este golpe solo corresponde a la industria de Subaru y rivales. Otros mercados también están perfilándose para perder mucho dinero por la falta de chips. Ya desde el año pasado que agentes como Nikkei Asia aseguraban que la falta de estos componentes iba a afectar también la cadena de suministro de las gigantes tecnológicas. Dispositivos móviles, dispositivos Wi-Fi, consolas de videojuegos y laptops pronto podrían enfrentarse a niveles de pérdidas similares.
Lo anterior incluso está afectando directamente a los proveedores de Subaru y compañía. De acuerdo con Investors Business Daily, las acciones de compañías en la producción de chips y componentes son una noticia complicada para los productores. Por un lado, la gran demanda contribuye a que sus acciones se mantengan altas en el mercado de valores. Al mismo tiempo, es probable que sus ganancias se limiten a medida que gasten más en crecer su producción.
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Un mal momento para Subaru
Volviendo a la paralización de la planta en Yajima, se podría argumentar que llega en el peor momento para Subaru. Aunque la escasez de chips ha afectado a casi todos los jugadores de la industria automotriz, no todos sus rivales están sufriendo en igual medida. Tan solo hace unas horas que Tesla presumió sus resultados para el primer trimestre del año. Y a pesar de que le hacen falta componentes, de todas formas consiguió presentar ventas espectaculares.
En general, esto parece responder a una tendencia en el sector automotriz que favorece de forma clara a los vehículos eléctricos. Algo que Subaru tendría que tomar también en cuenta para sus estrategias de crecimiento y evolución en el largo plazo. Tan solo en Estados Unidos (EEUU), ya se está presionando a la Casa Blanca para establecer una fecha para “prohibir” la venta de los coches de combustión interna. Y así, fomentar la venta de su contraparte verde.