Aún hay personas que escuchan la profesión PR y piensan: “Organizadora de Eventos”, “Que divertido, te la pasas de fiesta en fiesta”. Tener que hacerles comprender que los eventos son únicamente una de muchas herramientas que realizamos para desarrollar una estrategia de comunicación, es algo contra lo que muchos profesionales de las relaciones públicas se tienen que enfrentar diariamente.
Los eventos tienen éxito siempre y cuando la marca o empresa que quiere realizarlo tenga muy claro el por qué. Un departamento de marketing debe saber cuál es su objetivo en el momento que considera que requiere realizar un evento.
La diferencia que se encuentra entre una Organizadora de Eventos y una Publirrelacionista radica en que la Organizadora de Eventos realizará una fiesta o evento con las indicaciones y requerimientos solicitados por la marca o empresa. Logrará ejecutarlo puntualmente y su objetivo principal será que todo salga perfecto durante el evento. Ahí es donde radica su responsabilidad.
En contraste, una persona de Relaciones Públicas lo primero que pregunta es: “¿Cuál es el objetivo del evento? ¿A qué clientes o mercado quieren llegar?”. Una vez que cuenta con esa información y hace una investigación, desarrolla las ideas donde lo mas importante no es el evento, sino cumplir el objetivo del cliente e implementar una estrategia que al finalizar, le permita a la marca tener un seguimiento a clientes para conseguir el objetivo que buscaba y por el cual utilizó un evento como herramienta.
Pero esto no es lo único que una publirrelacionista realiza en el evento. Sus obligaciones van desde convocar prensa para el evento, atender a la prensa y presentarla con las personas claves para generar una mejor publicidad, hasta dar seguimiento a las publicaciones realizadas, entregar al cliente lista de invitados con datos de contacto, preocuparse de que la presencia de la marca esté en los lugares indicados, presentar a invitados de importancia con ejecutivos de la empresa para generar un enlace empresarial entre asistentes…
Esto no quiere decir que la Organizadora de Eventos es una persona cuyo labor se demerite. Al contrario, es la marca la que tiene que decidir qué es lo que quiere para poder saber qué necesita y entonces tomar la decisión de contratar a la persona indicada para el objetivo que busca cuando esta por realizar un evento. Síganme en mis redes @ginalafeiran