Las redes sociales vinieron a cambiar el modo en el que se relacionan las personas, por lo que se han generado diversos fenómenos de conducta en el social media, uno de los más claros fue el ghosting, término que se oficializó en 2006 y que se trata del momento en que una persona que mantenía un vínculo con otra, de momento corta toda comunicación y se convierte en un fantasma.
Actualmente, una nueva conducta se ha popularizado, misma que acuña la denominación de Orbiting que, al igual que el ghosting, una persona deja de tener contacto; sin embargo, sigue todas las cuentas de aquellos a los que dejó de hablar, al tiempo que retuitea, otorga “me gusta” o comenta sus publicaciones.
Mantenerse en órbita, dar vueltas alrededor de las personas genera una manipulación psicológica de acuerdo con Anna Lovine, creadora del término, ya que la confusión que despierta una persona que desapareció de la vida física y que además se niega a cualquier forma de contacto, pero que da un mensaje contradictorio al mostrar que en la observa en redes sociales.
Sufrir este comportamiento, explica BBC, en un informe retomado por Infobae, “es doblemente frustante que ser víctima del ghosting, lo que no parecía posible”. El medio consultó a la psicóloga Persia Lawson, quien percibe que se trata de una acción especuladora. “Es una manera de mostrarte, ‘Mira, todavía estoy aquí’, sin tener que estar dentro de una relación. Se mantiene la comunicación abierta en caso de que decidan retomarla otra vez”.
A su vez, en “The Daily Beast”, Taylor Lorenz aludió a esta práctica como un cálculo. “Quieres mantener a alguien dentro de tu juego, o no quieres eliminarlo del todo”; no cuesta casi nada, un like, un comentario breve o un emoji, a diferencia de un mensaje directo que implica alguna forma de contacto real.
El problema, indicó Lawson, es que el orbiting es debilitante para quien lo sufre, Algunas personas se enganchan en el análisis de las señales que esa exrelación les deja en sus cuentas en redes para dar con una clave de qué les interesó.
Por su parte, NBC señaló que la práctica no se limita a exparejas, sino que algunas personas también descubrieron que “amigos y familiares de los que se habían distanciado también los orbitaban”.