Las marcas saben que participar en las redes sociales es una oportunidad para crecer, pero que si no se usa con la suficiente habilidad puede perjudicarle.
La tecnología ha permitido un cambio en la balanza de poder, que antes estaba claramente del lado de las marcas y ahora a estar más del lado del consumidor. Ahora éste tiene un poder de influencia muy grande sobre las marcas, pudiendo llegar incluso en casos extremos a llevar al fracaso a alguna de ellas.
Para Erika Díaz, Directora Senior de Mercadotecnia, E-Commerce y Relaciones Públicas de The Home Depot, una de las estrategias más efectivas para conectar con los clientes es a través de las redes sociales, ya que con ellas se puede informar, escuchar, educar, resolver problemas, inspirar y crear.
“Hoy debemos hablarle al consumidor sobre los temas que le interesan”, señaló la ejecutiva de The Home Depot, quien añadió que la fórmula debe aplicarse con balance, ya que cautiva la atención de los futuros clientes.
Para la ejecutiva las marcas deben conectar con la audiencia, de manera que esa interacción trascienda más allá del producto que un usuario de redes sociales está consumiendo.
“Cuando nosotros elaboramos una estrategia debemos generar esta sensación: ‘quiero estar con esta marca porque me entiende en el momento que la necesito’”, indicó Diaz Villafranca.
Facebook y Twitter agrupan un número significativo de audiencia en internet, ya que el primero cuenta con mil 650 millones de usuarios a nivel mundial y 63 millones en México, mientras que el segundo tiene mil millones y 35 millones de seguidores nacionales, respectivamente, de acuerdo con los últimos reportes de ambas empresas.
Ante esta situación, los responsables de marketing de las empresas deben tomar el reto de alcanzar y entender a este grupo de consumidores tarde o temprano para aprender y aprovechar dichas oportunidades.
“Los cambios nos permiten se innovadores y creativos para impactar a la audiencia y generar una mejor conexión con los usuarios”, señaló Erika Díaz.
Las redes sociales están cambiando el entorno competitivo tradicional, haciendo que éste pase de estar en manos de las empresas a manos del consumidor, ya que las marcas comienzan a perder control de la información que se comparte en las redes sociales.
Las empresas deben de ser conscientes que estas conversaciones proporcionan información útil que generan oportunidades, que sólo se podrán tener si se está en dichas conversaciones con los consumidores.