- Pese a los esfuerzos de nuestro país por disminuir el consumo de tabaco no ha logrado mermar de manera sustancial sus ventas.
- Las tabacaleras han encontrado la forma para seguir publicitándose, aunque de manera mesurada
- No es la primera vez que organismos de salud internacional piden prohibir del todo la publicidad sobre cigarrillos
Pese a que durante el primer semestre de 2020 la venta de cigarros y otros productos derivados del tabaco se vio mermada en un 45 por ciento y aunque desde hace años se incluyen en las cajetillas y empaques de comercialización de tabaco advertencias acerca de su consumo, parece que la industria tabacalera tendrá que sortear un problema más. Hoy la Organización Panamericana para la Salud (OPS) y hace un par de días la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han pronunciado en favor de frenar “toda publicidad relacionada con el tabaco”, explicó su director en entrevista radiofónica con Aristegui Noticias.
Más de 51,000 personas fallecen por enfermedades atribuibles al tabaco: cardiovasculares, diabetes, neoplasias, enfermedad respiratoria crónica, entre otras. Además, los costos médicos por tabaquismo en México ascienden a 80,000 millones de pesos (unos 3,800 millones de dólares) por año”, estimaron ambas organizaciones en un documento alojado en la página de la OMS.
Para estos organismos, desde 2009, año en el que las medidas contra productos de tabaco entraron en vigor en la zona, México ha mostrado escasos o nulos avances en esta temática, por el contrario, las tabacaleras han encontrado la forma de burlar algunas de las políticas que las restringen para seguir valiéndose de la publicidad para su comercialización. Su argumento, son los beneficios económicos que aportan, no obstante, consideran los organismos de salud, han olvidado por completo los altísimos costos para la salud que dichos productos generan al año.
Tabaco: números que se apagan
Para el caso específico del territorio nacional, la situación para las tabacaleras no ha sido sencilla por muchos factores, según datos del INEGI, en los primeros tres meses de la emergencia sanitaria del coronavirus –marzo, abril y mayo de 2020– 45 por ciento de la venta de cigarros se redujo hasta alcanzar las 254.5 millones de cajetillas por lo que se dejaron de comprar 209.1 millones de cajetillas, frente a las 463.6 millones del mismo periodo del año pasado, luego de que se determinara que fumar es un factor de riesgo para contraer la enfermedad.
En el mismo periodo, según la misma fuente, el valor de venta de las cajetillas de cigarros se disminuyó 55.7 por ciento anual, al sumar mil 200 millones de pesos. Estos datos reflejan que, a partir de marzo, cuando comenzó a llegar el coronavirus a México, y tras la declaratoria de emergencia sanitaria que provocó la suspensión de hoteles, restaurantes, bares, eventos masivos y el paro de actividades no esenciales, entre ellas la producción de cigarros, la industria tabacalera vio sólo pudo observar como sus ventas disminuyeron mes a mes.
Ahora, con este nuevo golpe con el que tendrían que lidiar, el panorama parece empañado por el humo de su propio producto, que al futuro, las tabacaleras tendrán que adaptarse a las dinámicas que dicte la nueva normalidad y ceñirse a las políticas que implementen los organismos locales internacionales de salud. Para ellos la realidad es que no tienen gran margen de maniobra, toda vez que la sociedad se encamina hacia un estilo de vida más sano y de menor consumo de productos nocivos para su salud.
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