México y el mundo está pasando por un momento retador, por no decir difícil. Los cambios políticos recientes ponen a prueba nuestra diplomacia mientras la economía tiembla. Todos sabemos los pronósticos pesimistas –alza de precios, desempleo, retorno de migrantes entre otras situaciones. El futuro nadie lo sabe.
Mientras se agrupan los odios hacia el nuevo presidente de los Estados Unidos, un fenómeno benéfico se asoma. Como cuando dos compadres están en un estadio divirtiéndose y de pronto la cámara los pone en la gran pantalla de la pizarra. Miles de personas los miran mientras ellos aprovechan mostrando su lado eufórico. Así nuestra hermosa nación salta sin quererlo a la palestra de las marcas país. Hoy odiar a Donald Trump es igual a ser amigo de México.
¿Qué puede hacer nuestro país para capitalizar este hermoso momento?
Hacia afuera
Turismo: Hablar de su patrimonio natural y arqueológico
Hoy no es desperdicio la inversión en cualquier comunicación que promueva los lugares emblemáticos de México, ni tampoco los esfuerzos de Relaciones Públicas que impulsen las dependencias de Turismo. Este es el momento para asistir a Ferias o Pabellones que promuevan este destino. La combinación estrella es ser tendencia en redes y un dólar a tipo de cambio favorecedor para los extranjeros.
Industria: Reforzar la idea de nuestra mano de obra
La comunicación también está a nivel industria y manufactura. Cada vez que se hable del trabajo de los mexicanos deberá sustentarse con data. Información específica sobre la situación de nuestro clúster industrial: especialización de nuestra gente, tecnología, ubicación estratégica del país.
Economía: A pesar de todo somos una de las 15 economías más poderosas del mundo
Aún con tanta corrupción, monopolios y la mitad de los mexicanos en la pobreza; parece mentira, pero somos un país rico que puede serlo aún más. Que la comunicación defienda nuestro mercado de consumo.
Hacia adentro
Dejar el revanchismo
Esto no es un pay que se reparte entre dos a ver quién toma la mayor tajada. Esto es una cuestión de añadir. Los americanos de alguna manera se metieron en este embrollo que quizá no merecen, que nuestro discurso no sea contra ellos como nación, sino en pro de nosotros.
No comportarse como porra de futbol
Esto no se trata de echar porras con matracas y sombreros enormes, esto se trata de construir confianza en nuestra marca país. Sean serios, hay que proyectar que se puede confiar en nosotros para todo además de las pachangas. Así que para hablar de México mejor evitar nacionalismos de televisión y compartir lo que realmente podemos aportar al mundo que son los primeros tres puntos que menciono en este texto.
Hagamos la tarea de una vez.