El acceso al crédito es una de las grandes oportunidades que encuentra el consumidor mexicano para participar dentro de las tendencias de consumo.
A partir de esta participación van surgiendo tendencias como la cultura de finanzas personales, donde saber usar un plástico bancario se convierte en una oportunidad de generar mayores números tanto a favor de las entidades bancarias como de las marcas, cadenas de tiendas y principalmente el consumidor.
En medio de este crecimiento es posible observar cómo las marcas están apostando por un consumidor a través de su capacidad de compra, al mejorar la experiencia que le ofrecen con atributos como aceptar pago móvil en puntos de venta o realizar ventas de comercio electrónico: la apuesta es grande.
En México, por ejemplo, se estima que los pagos digitales alcancen operaciones por 28 mil 243 millones de dólares este año, según proyecciones de Statista, que estima, el mercado digital sea el que más transacciones acumule.
En medio de estas tendencias es importante ver haccia donde se dirige el mercado en México, a partir de saber el momento en que el consumidor está dispuesto a ejercer el pago a través del crédito.
Ejemplo de lo anterior ocurrió con datos del estudio Estudio Precios Promocionales 2016 elaborado por el Departamento de Investigación de Merca2.0, en el que del total de encuestados, el 42.2 por ciento dijo depender de la situación y del producto o servicio que le interese, para adquirirlo a financiamiento si su precio se mantiene y no se oferta.