- Conoce el proyecto “Once Upon a Time”, donde muestra cómo las viejas costumbres se han tenido que adaptar a los cambios en la tecnología
- El cambio en el mundo del marketing y los negocios es sinónimo de sobrevivir y sobresalir
- Hoy, la realidad nos ofrece un horizonte en el que podemos tener todo, prácticamente, la alcance de nuestra mano; música, cine, series, correo, libros, etcétera
En su proyecto “Once Upon a Time”, la diseñadora argentina Lucila Kibudi nos muestra cómo la tecnología actual ha “matado” las viejas costumbres.
La importancia del cambio
A medida que avanza el tiempo, el único constante es el cambio. Es como diría Alejandro Jodorowsky: “El cambio es el que te da la ilusión del tiempo; si tú detienes el cambio, se acaba el tiempo”.
Si bien la frase del escritor, actor, cineasta, psicomago, etcétera, de origen chileno y nacionalizado francés, puede estar envuelta en un aura más filosófico, lo cierto es que el cambio, sí, es la única constante, y eso, en el mundo de los negocios y del marketing, resulta más que evidente.
Adaptarse al cambio no es fácil, requiere, primero, de un gran deseo de avanzar y, sobre todo, de experimentar un nuevo panorama. De eso se trata, al final de cuentas.
Por supuesto, hay sectores y personas que se niegan al cambio por cuestión de principios o, incluso, por temor. Sin embargo, en los negocios, o te adaptas o te quedas rezagado. Así como el mundo cambia, nuestra vida y todo lo que a ella rodea también lo hace.
Hoy en día, las cosas son sencillamente distintas a como las vivieron las generaciones pasadas y, dentro de unos años, nuestra generación experimentará ese mismo sentimiento con las generaciones del futuro.
Dicho en otras palabras, las generaciones pasadas pueden no entender -o se les complica demasiado hacerlo- palabras y/o conceptos como Spotify, LinkedIn, Gmail, Netflix, Instagram, Microsoft Word, WhatsApp, entre muchos otros.
¿Ha “matado” la tecnología a actual a las viejas costumbres?
Y es que, en aquellos años, la música se consumía a través de discos (LP’s) o cassettes; para buscar y encontrar trabajo, había que hacerlo por medio del periódico; las películas se presentaban en formato de VHS o Beta, dependiendo del dispositivo; una carta se escribía por medio de una máquina de escribir. En síntesis, la tecnología era muy distinta.
En la actualidad, todo se ha reducido a la vida digital; la música, la búsqueda de empleo, el correo, las películas, etcétera, todo está reducido a una plataforma digital que, además, puede albergar una gran cantidad de contenidos. La tecnología ha abierto una puerta hacia un universo infinito de servicios que nos presentan una gran cantidad de productos o contenidos.
El auge de la tecnología ha aniquilado poco a poco las viejas costumbres, aunque todavía hay quien se niega a adaptarse a una vida digital y recurre a los formatos que ahora conocemos como tradicionales. Incluso, un sector de la industria ha dedicado su mirada o su enfoque hacia la nostalgia, misma que suele ser muy rentable al venderse bajo la idea romántica del “antes era mejor”.
Si era mejor o pero, eso es mera cuestión subjetiva. Hoy, la realidad nos ofrece un horizonte en el que podemos tener todo, prácticamente, la alcance de nuestra mano; música, cine, series, correo, libros, etcétera.
Y eso es lo que, en cierta forma, la diseñadora gráfica argentina Lucila Kibudi nos presenta en su proyecto titulado “Once Upon a Time”, en el que nos muestra cómo, a través de la tecnología, el cambio es uno de los elementos más importantes para que las industrias sobrevivan y sobresalgan en un mundo donde, minuto a minuto, todo está en constante movimiento y evolución.
Ahora lee:
