Olena Zelenska, nació hace 44 años en Kryvyi, la octava ciudad más poblada de Ucrania. Una de sus metas era ser arquitecta, más la vida la llevó a ser guionista cinematográfica en donde trabajó con su actual esposo, Volodímir Zelensky, quien era actor y presentador televisivo.
Ninguno advirtió la trama de la guerra de la que ahora son protagonistas y eje de la resistencia. Ambos desconocen en qué acabará la historia en la cual el mundo se ha involucrado.
Ucrania vive el dieciseisavo día de una guerra desigual contra los rusos; hasta el momento, la guerra mediática ha sido ganada por esta singular pareja que lucha en contra de los caprichos de un solo hombre, que solo piensa en imponerse sin reparar en los valores humanos de un pueblo trabajador y sede de las raíces rusas.
Ante este contexto, Olena Zelenska, conocedora del poder de los medios de comunicación, se ha volcado desde su refugio secreto para motivar a las primeras damas de otros países que le preguntan cómo pueden ayudarla… Olena les contesta: “Sólo digan la verdad”- sabedora de que las redes sociales serán la herramienta para multiplicar el mensaje.
Lamentablemente atrás han quedado las políticas públicas que ella desde su función como primera dama, encabezaba, como la nutrición infantil, el apoyo a los juegos paraolímpicos y la lucha contra la violencia doméstica.
El contexto ahora es otro. Su objetivo es sobrevivir al lado de sus hijos Oleksandra y Kyrylo y darle todo el soporte a Volodímir que negocia día a día los apoyos para la resistencia. Olena Zelenska, ha demostrado valentía y de firmeza en sus convicciones.
Tras el Día Internacional de la Mujer (ocho de marzo) sirvan estas líneas para rendirles un homenaje. Pero no solo hoy, no solo un mes, no solo nos quedemos en el discurso y el papel, que cada día sea ocho de marzo, que cada acción nos lleve a reconocer y valorar las distintas labores que realizan y que hacen con ello la construcción de un mejor lugar donde vivir.
Nos encontraremos más adelante.