Buenos Aires, Argentina.- La última ley aprobada por la Legislatura de San Luis, al oeste del país, establece que las empresas deberán abonar un 10 por ciento más sobre el salario de los trabajadores que no sean de origen local.
En un contexto de caída del empleo y retracción de la economía, suelen aparecer ideas que buscan solucionar los conflictos, pero que no hacen otra cosa que generar otros, sociales, y mucho más graves.
Es el caso de la última ley sancionada por el Poder Legislativo de la Provincia de San Luis, al este de Argentina, que impuso una tasa extra a quien contrate trabajadores no “puntanos”, como se llama a los nacidos en ese distrito.
El proyecto fue enviado a la Legislatura por el Ejecutivo local, liderado por Alberto Rodríguez Saá, quien junto con su hermano –Adolfo– se han repartido las gobernaciones en esa provincia desde 1983, en el regreso de la democracia al país.
La ley establece que los empleadores que contraten personas que no sean puntanas o tengan menos de cinco años de residencia en la provincia paguen un impuesto del 10 por ciento sobre el salario otorgado al trabajador. Apenas aprobada, generó una fuerte reacción de sectores opositores por considerarlo “discriminatorio entre argentinos que son iguales ante la Constitución”, ya que pena a los empleadores que den trabajo a personas que no son de San Luis, dice El Cronista.
No sólo discrimina a los extranjeros, sino incluso a los que lleguen desde otros distritos
San Luis tiene apenas 500 mil habitantes, por lo que es muy común la presencia de gente de otras latitudes. Además, como hubo un fuerte plan de promoción industrial, con rebaja de impuestos, se produjo una ola migratoria hacia ese distrito.
En realidad, la ley está redactada “al revés”, ya que en su artículo 5 dice que “todo empleador deberá abonar una tasa mensual equivalente al 10 por ciento de la remuneración bruta mensual, por cada empleado en relación de dependencia”, pero que se lo exceptúa si “el personal es nacido en la provincia o tiene como mínimo cinco años de residencia en San Luis”. Es decir, todos lo deben pagar, salvo que contraten personal local.
Pequeño Trump
Entre los argumentos, el Gobierno de San Luis habla de la “puntanidad” como base para preservar la ayuda laboral entre los habitantes de la propia San Luis. Un concepto que recuerda al nacionalismo estadounidense que fue eje del discurso de Donald Trump para llegar a ser elegido presidente.
“Tenemos que defender la familia puntana y que no se hagan los sordos porque el gobernador no discrimina y en cada uno de sus discursos dice que puntano es el que nació y eligió serlo”, sostuvo Mabel Leyes, una de las legisladoras que votó a favor la ley.
Desde la oposición, el diputado Alejandro Cacace denunció al gobernador ante el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) por considerar “discriminatorio y xenófobo” el proyecto que luego se transformó en ley, publicó Perfil.
En Argentina, hay otros distritos que vienen en la ola Trump. Desde hace tiempo promueven un discurso “nacionalista” entendiendo como nacional a cada provincia. Córdoba es un ejemplo: el partido gobernante usa el mismo argumento del “cordobesismo” para exaltar una especie de diferencia/supremacía sobre el resto de las provincias.