Durante a maƱana de este viernes, diversos medios de comunicaciĆ³n reportaron un tiroteo en una escuela de Santa Fe, al sureste de Texas, hecho que dejo como saldo entre ocho y 10 personas muertas asĆ como varios heridos.
La lamentable situaciĆ³n se suma a una serie de acontecimientos y atentados similares que durante los Ćŗltimos aƱos han impactado de manera particular a los ciudadanos estadounidenses, en una tendencia que se mantiene a la alza que cobra la vida de miles de personas.
De acuerdo con la plataforma gunviolencearchive.org, desde que comenzĆ³ el aƱo hasta el pasado 7 de marzo, habrĆan muerto 2 mil 577 personas en la UniĆ³n Americana en 9 mil 733 incidentes relacionados con armas de fuego.
Esta cifra parece ser una mĆ”s que se suma a la historia de aquella naciĆ³n, la cual si bien a construido parte de su economĆa con base el el desarrollo de su industria armamentista, ahora se ha mantenido en el centro de la conversaciĆ³n sobre la falta de regulaciĆ³n de este sector.
Los estadounidenses, que representan menos del 5 por ciento de la poblaciĆ³n mundial, poseen casi la mitad de las armas de propiedad civil en todo el planeta.
Para muchos, esto es factor importante para que gran parte de los tiroteos masivos reportados en el mundo se den en territorio americano. De acuerdo a un estudio hecho por la Universidad de Alabama el 2017, casi un tercio de los tiroteos masivos a nivel mundial en el periodo 1966-2012 se dieron en Estados Unidos.
Ante el escenario que las cifras dibujan, muchas organizaciones e iniciativas ciudadanas se han manifestado para exigir al gobierno de Donald Trump una regulaciĆ³n mĆ”s estricta sobre la compra y uso de armas entre los civiles. No obstante, sus medidas han sido calificadas como bĆ”sicas y poco funcionales.
Especialistas indican que la postura tiene mucho que ver con el negocio que supone el negocio de la compra-ventas de armas, que encuentra en el consumo domestico un buen nicho de mercado por capitalizar.
El paĆs norteamericano cerrĆ³ el Ćŗltimo ejercicio fiscal (octubre 2016 – septiembre 2017) con ventas de armas por valor deĀ 41 mil 930 millones de dĆ³lares
SegĆŗn datos del Departamento de Estado de Estados Unidos, la industria armamentista vendiĆ³ durante el aƱo 2017 armas por un valor superior a losĀ 41 mil 930 millones de dĆ³lares, equivalente a un crecimiento de 25 por ciento en relaciĆ³n con 2016.
Sin embargo, la presiĆ³n de los ciudadanos por poner mayores normas y leyes mĆ”s estrictas a este negocio ponen en jaque a una industria que histĆ³ricamente ha sido sustento de la economĆa norteamericana, pero que ahora representa un grave riesgo.
A todo esto se suma la poca empatĆa que Trump ha ganado con el tema, la cual cae aĆŗn mĆ”s cuando llegan las respuesta del mandatario a acontecimientos como el ocurrido esta maƱana en Texas.
Cerca de las 10 de la maƱana, el presidente de Estadios Unidos publicĆ³ en su cuenta de Twitter el mensaje āTiroteo en una escuela de Texas. Los primeros reportes no se ven bien. QuĆ© Dios los bendiga!ā.
La respuesta ante el hecho fue considerado por muchos usuarios como banal y frĆo, con lo que muchos activistas que luchan por el mejor control de las armas no dudaron en responder con comentarios a los que se sumaron quejas de otros ciudadanos.
Our children are being MURDERED and youāre treating this like a game. This is the 22nd school shooting just this year. DO SOMETHING. https://t.co/Lc1IWYGssE
— Jaclyn Corin (@JaclynCorin) 18 de mayo de 2018
Treating it like a sports game you sick bastard. https://t.co/kY3a61x4aN
— Cameron Kasky (@cameron_kasky) 18 de mayo de 2018
The blood is on your hands! If only doing good/right was your motivation instead of money! SMH
— Terry Jenkins (@ursaterry) 18 de mayo de 2018
And you still won't do anything to change gun laws. Your agility of their murders as well as the shooter. You are on Fat disgrace to this Republic.
— Lon Breeden (@LonBreeden) 18 de mayo de 2018
Es importante mencionar que un estudio publicado por SSRS indica que sĆ³lo el 42 por ciento de los encuestados aprueba la forma en que Trump estĆ” manejando la presidencia, mientras el 54 por ciento desaprueba.
Un lamentable acontecimiento, el jaque a una industria relevante para la economĆa norteamericana y la desaprobaciĆ³n a un presidente no son una buena combinaciĆ³n, y diferencia de lo que ocurriĆ³ en las elecciones o en otros gobiernos se necesitarĆ” mĆ”s que marketing para sanar la relaciĆ³n.