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El mercado de videojuegos se ha consolidado en el mercado, gracias a propuestas de entretenimiento que no decepcionan, por el contrario, revelan el éxito en el mercado.
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Un elemento que no podemos perder de vista hoy en día es el que nos advierte de la capacidad con que cuentan los videojuegos como productos de entretenimiento.
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Las políticas públicas en México como un nuevo etiquetado en videojuegos, se han convertido en propuestas de gran análisis y determinantes del impacto que tiene el mercado hoy en día.
Un nuevo etiquetado implementado en los videojuegos en México se ha convertido en un severo golpe en el mercado y un lamentable antecedente, que nos recuerda los contrapesos que enfrentan los modelos comerciales tradicionales como las tiendas físicas.
El retail de videojuegos se convirtió en un serio antecedente para las marcas, con lo que lograron referentes de peso en el mercado y un importante papel, para lograr tareas de peso que indudablemente advierten el peso del consumo en el mercado.
Ante estos desafíos, digital sigue creciendo y demostrando que es un canal cada vez más habitual para el consumidor, que responde con hábitos que no decepcionan.
El golpe que se viene
En abril pasado se dio a conocer por parte del usuario de Twitter Alex Moreno, el aspecto que tendrían los videojuegos con el nuevo etiquetado, esto en un momento en que el consumo en México atraviesa una contingencia sanitaria que no cesa y sigue convirtiéndose en un duro golpe para el retail, sobre todo el especializado.
La medida buscó dejar totalmente clara la clasificación de cada juego, para mostrar la equivalencia a la ESRB, por lo que la etiqueta es muy amplia y hace que la experiencia de compra de estos juegos sea complicada aún más en tiendas físicas como lo son los locales formales, que se han especializado en la venta de estos productos.
Todo esto ha surgido a consecuencia de los Lineamientos Generales del Sistema Mexicano de Equivalencias de Clasificación de Contenidos de Videojuegos publicados por la Secretaría de Gobernación, en donde a partir del 27 de mayo, el etiquetado mostrado en todos los videojuegos alerta de las especificaciones gráficas en advertencias, descripción de contenidos y aspectos interactivos en los juegos que se distribuyen en el país.
“El componente digital hace de este etiquetado inservible, porque ahora muchos videojuegos se están adquiriendo en las tiendas en línea y es más complejo hacer este rastreo (…) lo que terminas haciendo es afectando en mayor medida al mercado formal, porque el menor de edad que ya no puede adquirir un juego que a lo mejor sus papás le dan el permiso de comprarlo, pero en ese momento sus papás no pueden acompañarlo y en una tienda no se lo quisieron vender, irá a una tienda de autoservicio donde el cajero no es culpable, solo está pasando siete u ocho mil productos al día y no se va a fijar su el juego cumplía con todos los estándares, estás afectando a ciertas empresas y abriendo posibilidades para otras, incluso las del mercado informal”, reconoce Rolando Alamilla, market research manager de The CIU.
El retail en jaque
El medio online se ha convertido en un canal clave para lograr que la industria de gaming se consolide en el mercado y no solo eso, se transforme el hábito del consumidor.
Dicho esto, un aspecto que no debemos de desestimar es el impacto que tienen las políticas públicas en el consumo y cómo debe de pensarse su diseño, pues de las mejores prácticas para llevarlo a cabo, el impacto tiene que ser pensado en función de regular el consumo en el mercado, lo que indudablemente establece pautas ante las cuales tenemos que estar atentos.
Hay una importante proyección lanzada por The CIU en la que nos advierte la proyección en ventas de videojuegos en el mercado y el estimado que hay respecto al consumo.
La advertencia que lanza la plataforma refiere que en 2020, en pleno año de contingencia, la venta sumó más de 32 mil millones de pesos.
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