Para Facebook este verano no será nada sencillo. La red social atraviesa una crisis de reputación que ahora podría pegar, de manera importante, en la fuente principal de sus ingresos: La inversión publicitaria.
Aunque los últimos reportes entregados por la plataforma así como los pronósticos hablan de un crecimiento en este sector, la realidad es que una decisión tardía podría costar a la red social varios miles de millones de dólares.
El problema
En semanas recientes, a la sombra de la censura y advertencias lanzadas por Twitter alrededor de los mensajes publicados por Donald Trump, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, se lanzó contra la idea de hacer fact checking de todos los discursos políticos que se publican en la red social.
El directivo reconoció en una entrevista que el discurso político es un una de las partes más sensibles en una democracia, por lo que los electores deben ver lo que sus políticos dicen.
Zuckerberg ha contestado a una entrevista para CNBC que ni Facebook ni otras plataformas de redes sociales deben ser árbitros de la verdad, pues aseguró que el discurso político forma parte sensible de la democracia, por lo que las personas tienen que estar conscientes de lo que los políticos dicen.
La postura del directivo fue criticado por propios y ajenos. Las declaraciones de Zuckerberg fueron foco de una serie de discusiones que llevó a la renuncia de muchos empleados así como a una serie de manifestaciones en contra de esta postura.
Directo a la inversión publicitaria
Si bien esto podría leerse como una crisis de imagen más para la red social (que en ocasiones recientes ya ha superado grande golpes directos a su reputación), lo cierto es que la lectura de la situación cambia de manera radical cuando consideramos que el impacto se sentirá en los ingresos publicitarios de la marca.
Cuando menos así lo deja ver un reciente reporte por The New York Times, el cual indica que luego de evaluar la manera en la que Facebook estaría gestionando los mensajes de Donald Trump y el nivel de responsabilidad que ha tomado alrededor de la desinformación, diversas compañías han decidido frenar su inversión publicitaria en el mencionado servicio.
Las estimaciones sindican que grandes marcas habría reducido hasta en 100 mil dólares su inversión en el ecosistema abanderado por Facebook.
Las cosas no parecen mejorar. De hecho, desde The Wall Street Journal han reportado que las agencias comienzan a ser parte de este boicot.
Según el rotativo, la agencia de publicidad online, 360i, propiedad de Dentsu Group, está recomendando a sus clientes que frenen sus presupuestos dirigidos a Facebook, al tiempo que los invita a sumarse al boicot hacia la red social encabezado por la NAACP y la Anti-Defamation League estadounidenses, entre otros.
¿El inicio del fin?
Para Facebook, este debería ser un movimiento que prenda todas las alertas. Esta agencia podría no ser la única en sumarse y convocar a sus clientes para plantar postura mediante la inversión publicitaria.
Para el imperio de Zuckerberg se trataría de un golpe sin precedentes. El grueso del negocio estaría en riesgo, debido a que se agravaría una tendencia que, derivada de la pandemia, se ha hecho especialmente evidente.
De acuerdo con el último reporte financiero de la red social, durante el primer trimestre del año su negocio tuvo una ganancia de 5 mil millones de dólares, lo que se traduce en una alza de 18 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
De manera puntual, a pesar de una caída de los ingresos publicitarios a fines de marzo por la crisis del coronavirus, el gigante tecnológico facturó 17 mil 700 millones de dólares en los tres primeros meses del año.
Aunque todo apuntaba a que la plataforma saldría bien librada de la emergencia sanitaria, lo cierto es que esta posición ahora está en un veremos, debido a la crisis de reputación que no ha sido obviada por sus anunciantes.
Si bien es temprano para hablar de “la muerte de la red social”, lo cierto es que el golpe podría ser especialmente duro para la empresa, lo que si podría ponerla en desventaja frente a otros jugadores que crecen.