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Las empresas están demandando mayor transparencia y trazabilidad en la cadena de suministro para asegurar prácticas sostenibles.
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Innovaciones como la inteligencia artificial para optimización energética, y materiales sostenibles están ganando importancia.
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Hoy en día, los proveedores deben estar al tanto de las regulaciones y adaptar sus operaciones en consecuencia.
¿Sabías que dos tercios de la huella social, ambiental y de gobernanza generada por las empresas, recae en los proveedores? Así lo informó Mckinsey en el informe de cadenas de valor sostenible. En México la situación no es diferente; A pesar de que se proyecta que en unos años el 79% de las compañías en el país estarán alineadas con prácticas sostenibles, actualmente solo el 24% se encuentra en un proceso activo de implementación, según SAP Now.
De acuerdo con Adriana Pulido, especialista en sostenibilidad y CEO de ILUNKA, ESG, Estrategia y Sostenibilidad, “En los últimos años, la sostenibilidad ha dado pasos agigantados hacia la creación de economías verdes. Para lograrlo, es crucial contar con la participación de todos los agentes económicos involucrados. Esto incluye abordar los retos socio ambientales que enfrentan diversas industrias en todo el país. Desde las grandes empresas hasta los pequeños productores, generar estrategias adaptadas a las necesidades del entorno no solo debe ser una sugerencia, sino un requisito indispensable”.
La entrada de nuevas regulaciones presenta un desafío para pequeños proveedores, productores, PyMES y emprendedores: , ¿cómo pueden adaptar sus operaciones con un enfoque más sostenible que minimice su impacto ambiental? Según palabras de la especialista, es necesario que las grandes empresas y organismos colaboren con sus aliados en la cadena de valor para cerrar la brecha de información sobre sostenibilidad y mejorar la gestión y adaptación ASG en todo el país.
En la actualidad, temas como la Ley de Economía Circular de la CDMX, la Taxonomía Sostenible y las Normas de Información Sostenible se han vuelto ejes fundamentales para el desarrollo empresarial, por lo que las empresas AAA, inversionistas y gobierno deben influir en su fácil adaptación para su cadena de valor. Para apoyar a los proveedores en esta transición, es esencial enfocarse en tres áreas clave:
Capacitación y educación: El conocimiento es fundamental para una correcta adaptación y gestión sostenible en empresas de todos tamaños. Esto permite alinear los objetivos sostenibles, acceder a nuevas fuentes de información y aprovechar herramientas que generen nuevas oportunidades de negocio. Ejemplo de eso es ESCALAS, el programa piloto de ILUNKA que se lanzará el próximo 1° de octubre, y que busca fortalecer el liderazgo sostenible en las cadenas de proveeduría de las grandes empresas para mejorar la competitividad común a través del apoyo de organismos internacionales, cámaras y asociaciones especializada, organizaciones del sector financiero y grandes compañías.
Conocimiento de la ley: Los proveedores, pequeñas empresas y empresarios deben estar al tanto de las nuevas normativas que se generan en el país, especialmente aquellas que tienen mayor injerencia en su industria o área de interés. Esto les proporcionará una visión clara sobre la dirección del sector y les permitirá cumplir con los requisitos necesarios para seguir operando. Conocer temas como el próximo reglamento de economía circular para mantenerse en CDMX, las NOM que rigen su sector o las leyes federales de protección ambiental, es fundamental para una correcta operación.
Transparencia y reporteo de información: Los informes de sostenibilidad son una clave para el impulso de las acciones sustentables en las empresas. Resulta indispensable que las PYMES tengan acceso a herramientas que les permita medir, definir y comunicar sus objetivos sostenibles, así como sumarse al esfuerzo de divulgación de información en temas ASG. Esto permitirá que inversionistas, acreedores financieros y sus clientes puedan entender el desempeño y desarrollo de las pequeñas empresas proveedoras, identificar sus capacidades para una correcta gestión de riesgos y mantenerse operando a largo plazo.
“La adaptación por parte de proveedores, grandes empresas, gobierno y organizaciones es solo un paso más para atender una de las problemáticas más urgentes del país: Las socioambientales. Al adquirir nuevos conocimientos, las cadenas de proveeduría pueden pasar a formar parte de las cadenas de valor globales, acceder a nuevas oportunidades y mercados, mantenerse competitivas, minimizar riesgos y costos, y transformar la manera de hacer negocios, impulsando lo sostenible como motor de cambio en todas las industrias”, concluye Adriana Pulido.