Las relaciones entre los vecinos del Pacífico se han vuelto cada vez más complicadas desde que se viene produciendo una continua deportación de ciudadanos neozelandeses por parte de Australia.
El extrovertido primer ministro Winston Peters, el Trump neozelandés (de hecho, su partido es New Zealand First), ahora exige que Australia cambie su bandera porque es muy similar.
“Tenemos una bandera desde hace mucho tiempo, que luego fue copiada por Australia. Deberían cambiarla porque nuestro diseño es anterior”, dijo Peters a TVNZ.
Peters no está solo. Una encuesta del New Zealand Herald concluyó que el 62% de los habitantes del país apoya la exigencia para que Australia modifique el diseño de su bandera.
Los dos países tienen banderas casi idénticas: la neozelandesa es azul con un emblema del Reino Unido en la esquina superior izquierda y cuatro estrellas rojas y blancas en el lado derecho; mientras que la australiana también es azul y comparte la insignia de Union Jack en la esquina, pero tiene una estrella blanca debajo y cinco estrellas blancas a la derecha.
Peters tiene razón: la bandera de Nueva Zelanda es 50 años más antigua que la de Australia. Fue adoptada en 1902, y la australiana en 1954.
The acting prime minister of New Zealand accused Australia this week of copying his country’s 116-year-old flag, and demanded that Australians come up with a new design https://t.co/WQgJOPCzyg
— The New York Times (@nytimes) 25 de julio de 2018
Diseño, concurso, referéndum y fracaso
En 2016, el gobierno de Nueva Zelanda gastó US$ 18 millones para organizar un referéndum sobre el cambio de su bandera. Al final, el 56,6% de los neozelandeses votó por mantenerla misma, mientras que el 43,2% optó por un diseño nuevo: el helecho plateado.
Estas eran todas las primeras opciones que se analizaron:
Luego hubo una shortlist y la que quedó al final fue la de abajo a la izquierda:
Pero finalmente el referéndum no la cambió.