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Muchas empresas farmacéuticas ya han hecho ciertos compromisos para facilitar el acceso a las vacunas en países de bajos recursos
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Por ejemplo, establecer planes limitados de producción externa, así como vender las dosis al costo o crear millones de dosis para ciertas regiones
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Sin embargo, la mayoría de estas agentes también parecen estar favoreciendo la distribución de fórmulas a los países más ricos
Según Reuters, 10 senadores de Estados Unidos (EEUU), están pidiendo a la administración de Joe Biden suspender temporalmente las patentes de las vacunas anti-COVID. La idea es que, con la suspensión de estos derechos de propiedad intelectual, cualquier país pueda manufacturar los fármacos. Y de esta forma, acelerar los avances de inmunización en todo el mundo. La iniciativa original surgió dentro de la Organización Mundial de Comercio (WTO).
Específicamente, India y Sudáfrica realizaron esta propuesta a la institución global, que ahora cuenta con el respaldo de más de 80 países miembros del WTO y su directora general. La líder de la Organización, Ngozi Okonko-Iweala, apunta que es un cambio necesario. Esto, cuando se considera que solo el 0.2 por ciento de las 700 millones de vacunas anti-COVID que ya se repartieron fueron para las economías pobres. El tema se discutirá en una cumbre en mayo.
Junto con los 10 senadores, entre ellos el ex-candidato presidencial Bernie Sanders, también firmaron la petición 60 ex-jefes de estado y 100 ganadores del Premio Nobel. La carta apunta que una lenta distribución de vacunas contribuirá a que se sigan surgiendo nuevas mutaciones del virus. Pero varios grupos farmacéuticos se oponen firmemente, diciendo que podría poner en jaque la seguridad de las fórmulas y que hay otros temas más urgentes a resolverse antes.
¿Liberar la patente es la solución?
Son legítimos los llamados a que las vacunas sean liberadas para que cualquier economía las pueda producir al ritmo que su población necesite. En Estados Unidos (EEUU) y Europa, se espera que la inmunización contra la COVID-19 termine este mismo 2021, o bien a inicios del 2022. Pero en datos de The Economist, más de 85 países pobres no podrán hacer lo mismo sino hasta finales de 2023, en el mejor de los casos; incrementando el riesgo de mutaciones.
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Al mismo tiempo, muchos agentes han mostrado preocupación ante el precedente que esta decisión podría sentar en la industria farmacéutica. Según el New York Times, marcas al estilo de J&J, Moderna y AstraZeneca desarrollan sus fórmulas e invierten en sistemas innovadores porque tienen la certeza de que podrán monetizarlos. Si esta confianza se rompe, aunque sea en un tema extraordinario como las vacunas anti-COVID, podría alterar su comportamiento.
También es importante mencionar que simplemente liberar la patente no es suficiente. En una entrevista con France 24, Oliver Wouters, profesor asistente de Política de Salud en la London School of Economics, apunta que las farmacéuticas deben liberar su know-how técnico. De lo contrario, afirma, sería como ceder una “receta sin instrucciones ni medidas”. Así pues, esta propuesta de la WTO debe de ponerse sobre la mesa, pero no es tan sencilla como parece.
El tema de la seguridad y la logística de las vacunas
También se debe reconocer que las preocupaciones que han compartido las mismas marcas farmacéuticas tienen un peso importante. Incluso ahora, empresas como J&J y AstraZeneca están pasando por una crisis de confianza por la presunta relación entre sus fórmulas y ciertos casos de coágulos sanguíneos. Si productores externos cometen errores en la manufactura de las vacunas, que lleven a efectos secundarios graves, podrían minar el esfuerzo internacional.
Asimismo, estas farmacéuticas tienen razón al decir que hay otros temas de logística y suministro más importantes que resolver. Una parte de por qué ha sido tan difícil tener acceso a las vacunas anti-COVID son los retrasos en la manufactura de las fórmulas. Desde enero que empresas como Pfizer y AstraZeneca advertían que no podrían cumplir con todos los pedidos que tenían planeados. Esto, en parte porque había problemas para obtener materias primas.