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Se espera que India también obligue a las Big Tech a presentar un reporte de acciones sobre las solicitudes de contenido que reciban del gobierno
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Específicamente para el caso de las plataformas de streaming, se han definido nuevas reglas para regular el contenido de sus catálogos
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Aunque la industria se ha quejado que Nueva Delhi no pidió su opinión, las autoridades han dicho que tienen “retroalimentación suficiente”
Es muy probable que muchas Big Tech entren en un conflicto legal con India en las próximas semanas. De acuerdo con TechCrunch, la gigante asiática acaba de anunciar una serie de nuevas reglas que obligarían a las marcas de contenido digital a cumplir con ciertos requisitos. Entre ellos, se cuenta el eliminar publicaciones que las autoridades consideren ilegales, falsas, violentas o de naturaleza sexual explícita en un plazo que puede ser tan corto como 24 horas.
Google, Netflix, Twitter y Facebook (incluidas WhatsApp e Instagram) serían de las Big Tech afectadas por esta nueva legislación. La propuesta de ley también obligaría a estas gigantes a poner una oficina local en India y nombrar oficiales de compliance. Sus datos de contacto y las características de sus contratos con las compañías tendrían que ser compartidas con Nueva Delhi para acelerar el proceso de retiro de contenido. Pero no es lo único que deberían hacer.
Se espera que la legislación fuerce a los gigantes a tener muy claro qué usuarios generaron el contenido ofensivo o ilegal en primer lugar. Según Ravir Shankar Prasad, ministro de IT, Leyes y Justicia de India, las redes sociales deben poder identificar “quién fue la primer persona que empezó a compartir” los recursos. Se espera que las reglas entren en vigor inmediatamente para agentes más pequeños. Las Big Tech tendrán más tiempo para ajustarse a la legislación.
Autoridades le declaran la guerra a las Big Tech
Junto con India, otras naciones están empezando a considerar regulaciones mucho más exigentes para estas compañías internacionales. Sin ir más lejos, de acuerdo con The Verge, hace unas horas que Australia pasó su controversial marco legal que obligaría a Google y a Facebook a pagar por enlaces de noticias. Esta propuesta representa un riesgo tan grande para estas Big Tech, que ambas han luchado intensamente, a su manera, para modificarla.
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También en Europa, de acuerdo con la BBC, se están planeando sistemas de regulación para las Big Tech. La idea de la regulación para el Viejo Continente, al contrario de las reglas que se están diseñando en India, es proteger los datos de los consumidores de abusos que afecten su privacidad. Asimismo, pretende establecer un mercado más competitivo, penalizando a las marcas que favorezcan a sus productos sobre los de sus rivales en los motores de búsqueda.
Frente a los avances de India, Australia, Europa y Estados Unidos (EEUU), las Big Tech han señalado que es mucho mejor un sistema de auto-regulación. Agentes como The Conversation están de acuerdo que es posible. Sin embargo, implicaría que estas tecnológicas cambien por completo sus modelos de negocio. Por ejemplo, tendrían que dejar de priorizar el engagement de los usuarios y ligar los esfuerzos de evaluación de contenido a los deseos de la comunidad.
La relación de India con los gigantes tecnológicos
Más allá de lo que están haciendo otras naciones para lidiar con las Big Tech, se debe apuntar que la cruzada de India ha ido ganando cada vez más atención del panorama global. Desde 2019, por ejemplo, las autoridades de Nueva Delhi ven con preocupación la expansión de Amazon en el país. La compañía de Jeff Bezos quería comprar una parte de la marca Future Retail, algo que podría haber convertido a su organización un poder dominante en el país.
Más recientemente, India lanzó una cruzada legal contra WhatsApp y su cambio en la política de privacidad. Específicamente, solicitó a la app de mensajería no aplicar estos parámetros para la población en su país. Al parecer de Nueva Delhi, los cambios tendrían afectaciones en la autonomía de su público. Asimismo, acusó a la plataforma de tener un doble estándar, dándole un trato preferencial a los consumidores de Europa por la leyes aplicables en la zona.