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Nokia es una de las tres grandes empresas que lidera la instalación de equipos de redes de telecomunicaciones
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Las otras son la china Huawei y la sueca Ericsson
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Nokia está con problemas de ganancias y según Bloomberg, analiza una venta o una fusión con un único potencial interesado: Ericsson
Alejada de la fabricación de teléfonos, Nokia es una de las tres grandes jugadoras en el mercado del desarrollo de infraestructura de redes de telecomunicaciones.
Junto con Ericsson, ambas compañías nórdicas son las únicas que pueden hacerle frente a Huawei en el dominio del enorme negocio que supone el despliegue de las redes 5G.
Sin embargo, los números de la compañía finlandesa no son los mejores y sus inconsistentes estados contables la obligan a bucear en estrategias de mercadotecnia que le permitan avizorar un mejor futuro.
“Nokia está explorando opciones estratégicas mientras la feroz competencia que hay en el mercado hace fuerte presión sobre sus ganancias”, publicó este miércoles Bloomberg citando a personas familiarizadas con las negociaciones de la compañía.
Según el medio estadounidense, Nokia contrató asesores para considerar alternativas que van desde una posible venta hasta fusiones.
Las negociaciones se estarían llevando a cabo estos días y no hay seguridad sobre si habrá o no una resolución próxima en el tiempo.
¿Por qué Nokia analiza este tipo de decisiones drásticas?
Las acciones de empresa finlandesa perdieron aproximadamente un tercio de su valor los últimos 12 meses, para llevar a cotizar a unos US$ 23.500 millones esta semana.
Basta decir que ya redujo su perspectiva para 2020 y dijo que no espera una recuperación importante en sus ganancias hasta 2021.
Una de las posibilidades es que Nokia podría considerar combinarse con su competidor más directo: la empresa sueca Ericsson. Podría ser completamente o en algunas áreas comerciales.
Si esto se decidiera, hay que pensar en que podría haber fuertes obstáculos políticos entre ambos países (Finlandia y Suecia) en relación con la preservación de los empleos y cuestiones de regulaciones antimonopolio.
El número limitado de rivales directos de Nokia hace que también se pueda pensar en una venta o fusión con compañías de tecnología u operadores no directamente dedicados a los equipos de redes.
La semana pasada, desde Estados Unidos surgió la versión de que el gobierno de Donald Trump estaba considerando instar a empresas de ese país a hacer inversiones en Nokia o en Ericsson para contrarrestar la amenaza que representa el dominio chino de la tecnología 5G de la mano de Huawei. Lo dijo el mismísimo fiscal general William Barr.
Nokia advirtió este mes que, sin contar a China, donde paradójicamente le va bien, es probable que sufra un estancamiento este año en comparación con 2019.
Según publicaba Financial Times el año pasado, el gobierno de los Estados Unidos analizaba “otorgar créditos a compañías como Nokia y Ericsson para que puedan igualar los generosos términos de financiamiento que Huawei ofrece a sus clientes”.
Es que el precio y la financiación son clave para que los países opten por Huawei para sus redes 5G. La medida es parte de un intento más amplio para financiar a rivales de la compañía china, que es el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo, pero que Estados Unidos cree que representa un riesgo de seguridad para él y sus aliados.
