El fabricante finlandés de equipos de telecomunicaciones Nokia despidió a 350 trabajadores en Finlandia como parte de sus planes para lograr ahorrar 700 millones de euros (800 millones de dólares) a finales de 2019.
“Los cambios planeados son indispensables para asegurar la competitividad a largo plazo de Nokia”, dijo Tommi Uitto, jefe de operaciones de la compañía, en un comunicado. Los 350 empleos son cerca del 6% del total de puestos en el país donde está la sede central, ya que actualmente tiene alrededor de 6.000 empleados allí.
La industria de la provisión de redes, el hardware y el software detrás de las comunicaciones móviles, es clave para Nokia y Ericsson, de Suecia. En los últimos años, sus ingresos se están viendo afectados por la desaceleración de la demanda de redes 4G existentes y las dudas de los inversores en relación con los demorados nuevos contratos de 5G.
Además, un problema para las dos empresas nórdicas: Huawei. El gigante chino está copando el sector con precios mucho más bajos, lo que se ha transformado en un dolor de cabeza. De hecho, ya es el líder.
Es por eso que los analistas creen que tanto Nokia como Ericsson podrían eventualmente beneficiarse con las restricciones a los equipos de Huawei por parte de los Estados Unidos y de algunos de sus aliados europeos y asiáticos, pero –hasta ahora– los efectos no se han materializado.
“El desarrollo inicial de nuestro negocio 5G es sólido y estamos decididos a aumentar nuestra inversión en esa tecnología”, dijo Uitto.
Nuevo recorte
En octubre de 2018, Nokia había anunciado su plan de reducción de costos, aunque no había dado detalles del impacto en los empleos. En paralelo, está pendiente de finalización otro programa de reducción de gastos (de 1.200 millones de euros), que se lanzó después de la adquisición de la empresa franco-estadounidense Alcatel-Lucent, en 2016.
En 2017, Ericsson recortó alrededor de 20.500 puestos de trabajo, y se sumaron otros 2.000 recortes de empleos más en el segundo trimestre de 2018.
Las acciones de Nokia bajaron un 0,7 por ciento después del anuncio, publicó Reuters.
Cuando se analizan los problemas de Huawei con Estados Unidos hay que decir algo clave: más allá de fabricar smartphones, el gigante chino es el mayor fabricante de equipos de redes de telecomunicaciones del mundo.
No son sólo los teléfonos los que preocupan a Donald Trump, es la tecnología china (participa también ZTE en el negocio) que está detrás de los aparatos el problema que asusta a Estados Unidos.
Se trata de una “guerra” de kits de redes de telefonía y de protocolos y certificados que no se ven a simple vista.
La avanzada anti-China, de materializarse en una merma de Huawei, les daría aire a Nokia y a Ericsson hasta que las redes 5G se vuelvan algo masivo y rentable.
Según Ovum, Huawei alcanzó el 30,1 por ciento del mercado de infraestructura móvil en 2017, Ericsson el 26,4 por ciento y Nokia el 22 por ciento. La china ZTE Corp, en tanto, ocupa el cuarto lugar, con un 12,5 por ciento. El mercado estaba históricamente dominado por las nórdicas y por Motorola, ya fuera de competencia.
La aparición de 2017 fue Samsung, que ya tiene más del 7% de market share.
