Internacional.- Tras una batalla mercadológica y de negocios por sobrevivir, la compañía de teléfonos móviles Nokia sucumbió ante el gigante tecnológico Microsoft Corp. que ha acordado la compra del negocio de dispositivos móviles por 7,200 millones de dólares. Este anuncio se da después de dos años de que Nokia se alineó al uso del software de la compañía estadounidense y reconoce en este acto, el fracaso de las estrategias de los últimos tres años.
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La empresa finlandesa Nokia ha librado una dura batalla contra la consolidación de productos como el iPhone de Apple y Samsung Galaxy en el mercado de los teléfonos móviles, dejando claro que la hegemonía que mantuvo en este rubro durante tantos años ha llegado a a su fin.
En tres años bajo el mando de Stephen Elop, Nokia vio colapsar su cuota de mercado y su cotización bursátil se marchitó.En el 2011, luego de escribir un comunicado que indicó que Nokia estaba quedando rezagada y no contaba con la tecnología necesaria para seguir adelante, Elop tomó la controversial decisión de usar el Windows Phone de Microsoft para los smartphones, en lugar de un software propio o el sistema operativo Android, de Google.
Tras el acuerdo alcanzado con Microsoft, Nokia reconoce así el fracaso de la estrategia que ha desarrollado en los tres últimos años, basada en usar exclusivamente su sistema Symbian, muy implantado y con muchos usuarios pero con muy pocas aplicaciones si lo comparamos con sus competidores, iOS de Apple y Android. La compañía finlandesa hasta hace bien poco no permitía desarrollar aplicaciones a los usuarios usando la plataforma Symbian.
El punto crítico que hizo que los directivos de Nokia dieran un giro de 180 grados, lo marcó el revés sufrido por el modelo N8. El sonado fracaso desembocó en el replanteamiento de la estrategia corporativa de la compañía, que desde 2007, año en el que salió el iPhone, no logró posicionarse con ningún modelo de gama alta y perdió el rumbo.
Nokia, que en el 2007 ostentaba un 40% del mercado de dispositivos manuales, ahora tiene sólo una porción del 15%, e incluso una mucho menor de 3% en el rubro de teléfonos inteligentes. En este acuerdo, la finlandesa seguirá fabricando dispositivos pero ahora bajo el nombre de su compañía madre, Microsoft.