Por Daniel López Casarín
Correo: [email protected]
Twitter: @daloca20
Dentro del sports marketing, como ya hemos mencionado, existe un zona trascendental que es el marketing social y que tiene esa ventaja única sobre el resto de los tipos de mercadotecnia existentes, debido a la relación sentimental entre deporte, atleta y aficionado.
Por eso cuando un disciplina deportiva decide comprometerse con una causa social, es motivo de alegría y felicitación. Pues en primera instancia es considerado que apoyar se hace por el bien de la causa, y en segundo plano por el beneficio que pueda obtener.
Sin embargo, así como un marca debe seleccionar y estudiar muy bien la relación comercial que puede tener al escoger un deporte, deportista o evento, los directivos de la disciplina deportiva en cuestión, deben considerar los mismos puntos antes de tomar una decisión sobre cuál sociedad de beneficencia desean apoyar.
Esto por el hecho de que la causa puede sobrepasar al propio deporte; por la notoriedad que pueda tener sobre la propia relevancia deportiva.
En este caso de análisis, me da una satisfacción enorme ver que en México, así como en el resto del mundo, existe una latente e inmensa preocupación por el cáncer de mama, que es la neoplasia maligna más frecuente en la mujer occidental y la principal causa de muerte por cáncer en Europa, Estados Unidos, Australia y algunos países de América Latina. Las cifras en México registran el fallecimiento de 14 mujeres al día por esta enfermedad.
Con este panorama llegamos al punto central de la columna. En este 2011 la Liga Mexicana de Beisbol –LMB–, decidió lanzar la campaña “Ponchemos el Cáncer de Mama”, con la misión: lanzar tres strikes y ponchar el cáncer de mama. Los tres strikes básicos son: donar, difundir y atacar esta enfermedad.
Pero justamente es en el segundo strike donde lanzan una bola y en curva. En México a diferencia de Estados Unidos el beisbol no es el rey de lo deportes y tampoco el de mayor afición, pues a pesar de que en el norte y sur del país sigue teniendo un inmenso apego, son sobrepasados por el fútbol, y hasta se podría pensar alcanzados por el fútbol americano. Con lo que el reto para este deporte y la acción altruista del cáncer mamario es muy alta.
Por eso tristemente hay una estrategia de marketing social deslucida por parte de la LMB, pues si no se es fanático de este deporte o se vive en una de estas zonas del país, el resto de la sociedad mexicana no tiene idea de lo que se está haciendo en el beisbol mexicano por apoyar esta causa.
Es más, como comentarista deportivo puedo decir que he recibido extremadamente poca información, por no decir nula acerca de esta campaña. Y la exposición que se ha hecho tampoco se puede calificar como triunfante. No hay números que compartir, ni información más allá de la tan escasa y visible en internet, en donde cada vez que se hace referencia, se utiliza prácticamente el mismo párrafo en diferentes noticias.
Con una sociedad filantrópica tan importante y de tal magnitud en el mundo, queda claro que no hay una estrategia mediática profesional consistente y guiada, pues la existente ha sido pobremente ejecutada. Sin un objetivo masivo, un análisis de impacto global, y con una mala selección de los vehículos de información para los mensajes externos e internos.
El cáncer mamario representa el 31 por ciento de todos los cánceres de la mujer en el mundo. En México cada año mueren más de tres mil 500 mujeres por cáncer de mama, convirtiéndose en la primera causa de decesos y en el segundo tumor más frecuente en este grupo de población. Según afirmó Miguel Lázaro León, oncólogo del Hospital General de México, de la Secretaría de Salud.
Ante esta situación, es incomprensible que lo único que se sepa para ayudar a esta causa de la LMB sea la venta de artículos promocionales para apoyar con donaciones.
Por lo tanto, y con una falta de comprensión, les comparto la foto y el correo, el cual ni siquiera es corporativo, para la compra de objetos promocionales en caso de estar interesados.